El actor argentino viene estando en boca de todos luego de sus comentarios sobre el precio de las empanadas.
Lo que comenzó como una reflexión espontánea en la mesa de Mirtha Legrand terminó en una verdadera tormenta mediática para Ricardo Darín. El actor, uno de los intérpretes más prestigiosos de la Argentina y figura de renombre internacional, lanzó una frase sobre el elevado costo de vida que lo posicionó en el centro de la polémica y lo convirtió en blanco de ataques del oficialismo, figuras del periodismo y hasta producciones satíricas que rozan lo absurdo.
"No sé, una docena de empanadas vale 48 mil pesos. Hay algo que no me termina de cerrar. Los precios son terribles", expresó Darín durante su intervención televisiva, señalando su preocupación por el contexto económico. Más allá de que sus dichos reflejan una sensación compartida por una gran parte de la ciudadanía -y de que, en efecto, hay locales donde esos valores se verifican-, la reacción fue desmesurada.
El comentario generó una inmediata reacción desde el Gobierno. El ministro de Economía, Toto Caputo, fue uno de los primeros en salir al cruce con tono agresivo, marcando el comienzo de lo que se convirtió en un ataque en cadena. Poco después se sumaron el presidente Javier Milei y el empresario Mario Pergolini, entre otros referentes libertarios. En sus redes sociales, el mandatario replicó el tema en tono irónico y usó su cuenta para seguir fogoneando el escarnio público.
Frente a la polémica, Darín no se amilanó. Consultado por un programa de espectáculos, el actor reafirmó su postura con una frase que resonó fuerte: "Si empezás a tener miedo de decir lo que pensás, eso no está bien". Lejos de retroceder, optó por responder con firmeza y claridad ante quienes cuestionaron su derecho a opinar.
Pero el episodio tomó un tono más grotesco cuando Luis Majul, desde su programa en La Nación+, decidió sumar leña al fuego. El periodista presentó un sketch creado con inteligencia artificial, en el que caricaturizó a Darín con un personaje llamado "Ricardini Empanadini", aludiendo a sus dichos con una burla por demás polémica.
"Ricardini Empanidi, la rompió con una peliculini, y por hablar de platini, armó un escandalini. No, Ricardini Espanadini, salí de este quilombini", recitaba una voz en off mientras en pantalla se veía una figura del actor con forma de empanada. Majul intentó justificar la ocurrencia como una "nueva tendencia de humor digital", pero el resultado fue incómodo y carente de gracia. "Felicitamos a quienes lo armaron, lo hicieron a último momento, no es tampoco una producción de Hollywood, pero creo que también está bueno reírse un poco de todo esto", agregó, mientras su compañera Cristina Pérez mantenía un gesto serio y distante.
El "chiste" no solo dejó en evidencia el intento fallido de satirizar a Ricardo Darín, sino que reveló la sensibilidad exacerbada de algunos sectores frente a cualquier crítica, incluso si proviene de una figura respetada que históricamente ha evitado la confrontación política directa.