Un video grabado por un testigo se convirtió en una de las escenas más impactantes del ataque armado registrado en Bondi Beach, al mostrar cómo un civil vestido con camisa blanca se abalanzó sobre uno de los agresores y logró quitarle el arma en medio del caos. En las imágenes, el hombre aparece desde detrás de un auto estacionado, corre entre vehículos y toma al tirador por la espalda; ambos forcejean durante varios segundos hasta que el civil consigue desarmarlo. 

Tras obtener el control del arma, el civil no disparó: se mantuvo en posición defensiva mientras el atacante se alejaba corriendo y, luego, dejó el arma a un costado y levantó las manos, en un gesto que pareció anticipar la llegada de la policía, de acuerdo con las grabaciones difundidas. 

El tiroteo ocurrió durante "Chanukah by the Sea", una celebración por el inicio de Hanukkah realizada en la zona de Bondi Beach. Según balances oficiales citados por medios internacionales, el ataque dejó decenas de víctimas: los reportes más recientes hablan de 12 fallecidos (incluido uno de los atacantes) y 29 heridos, entre ellos dos policías. Uno de los agresores murió tras ser abatido y el segundo quedó detenido en estado crítico. 

Las autoridades definieron el hecho como un incidente terrorista y sostuvieron que se trató de un ataque diseñado para golpear a la comunidad judía de Sídney. El primer ministro, Anthony Albanese, condenó el hecho y destacó la reacción de quienes "corrieron hacia el peligro" para ayudar a otros. En paralelo, la policía continuaba con el operativo en el área y analizaba objetos sospechosos, incluida la posibilidad de un artefacto explosivo improvisado vinculado a los sospechosos.