El tren que alcanza velocidad récord de 600 km/h reduce las emisiones de carbono y el tiempo de viaje de un destino a otro.
China es uno de los países del mundo que se caracteriza por excelencia por sus inventos tecnológicos. Este último año, hubo pruebas para desarrollar un cambio sustancial en el transporte rápido global llegando a reducir las emisiones de carbono y el tiempo de viaje de un destino a otro.
Se trata del tren Maglev con el que China ha dado un paso histórico en el desarrollo del transporte de alta velocidad. El proyecto liderado por la Corporación de Ciencia e Industria Aeroespacial de China (CASIC) logró, en las pruebas pilotos del tren en un tubo de vacío, que alcanzara una velocidad récord de 600 kilómetros por hora marcando un hito en la tecnología ferroviaria mundial.
El objetivo es lograr una velocidad de 4.000 kilómetros por hora, superando al SR-71 Blackbird, el avión tripulado más rápido del mundo. Para ello, se utiliza un sistema de levitación magnética que no solo permite alcanzar velocidades extraordinarias, sino que reduce, al mismo tiempo, fricción y las ruedas tradicionales ya que opera prácticamente en una vía sin aire.
No hay dudas de que se trata de un proyecto completamente ambicioso y revolucionario, pero también implica una serie de importantes desafíos. Por un lado, la construcción de infraestructura en túneles de bajo vacío ya que los sistemas ferroviarios actuales quedan completamente incompatibles.
Andrew McNaughton, consultor y gestor del ciclo de proyectos de desarrollo sostiene que la operación de estos sistemas son costosos y que demandan incluso un alto consumo de energía. Sin embargo, los beneficios ambientales podrían ser sustanciales.
Entre los beneficios se encuentran la reducción de las emisiones de carbono entre un 3% y 4% en los países que implementen esta tecnología y, al mismo tiempo, un viaje de 400 kilómetros podría completarse en menos de 30 minutos permitiendo nuevos patrones de desarrollo económico y urbanización.