Este plan tiene un costo total de inversión de $500 millones, de los cuales la Provincia aportará el 40% es decir $200 millones en formato de ANR (aportes no reembolsables).

Esto es posible gracias al PIP (Programa de Inversión Pública) que tiene como objetivo mejorar la calidad de vida de los mendocinos apuntando al bienestar general y la satisfacción de las necesidades de la población involucrada.

Para que esto suceda, la primera instancia la cumple el municipio responsable que debe registrar su proyecto en el BIP (Banco Integrado de Proyectos); posteriormente será evaluado por la Subsecretaría de Infraestructura y Desarrollo Territorial que determinará si es compatible y contribuye con el Plan de Obras Públicas y con los objetivos del desarrollo de infraestructura pública de la provincia.

Cumplidas estás instancias y una vez que han sido aprobadas, el Ministerio de Hacienda y Finanzas será el encargado de financiar, con fondos públicos, hasta el 75% del total del plan.

En tanto, mientras la Subsecretaría de Infraestructura se encarga de trazar el plan de acción de obras, acorde al Plan Provincial de Ordenamiento Territorial y al Plan Municipal de Ordenamiento Territorial de cada comuna, la Subsecretaría de Finanzas tiene a su cargo la tramitación de las transferencias respectivas a través de la Tesorería General de la Provincia.