Se espera que siga continuando a la baja, luego de que diciembre haya cerrado en 2,7%.
El Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) se prepara para publicar en las próximas semanas el índice de inflación de enero, y las proyecciones privadas ya adelantan una cifra que genera expectativas: según diversas consultoras, la suba de precios oscilaría entre el 2% y el 2,5%.
Este dato marcará el primer registro de inflación bajo la gestión de Javier Milei en 2025. En diciembre, la inflación fue del 2,7%, cerrando el 2024 con un acumulado del 117,8%. De confirmarse las estimaciones, el indicador mostraría una leve desaceleración.
Según la Fundación Libertad & Progreso, la inflación de enero se ubicaría en torno al 2%, lo que representaría una baja de 0,7 puntos respecto al mes anterior. "A comienzos de enero, la inflación mantuvo su tendencia descendente, con variaciones semanales del 0,3%. Sin embargo, en la última semana del mes, se aceleró a un ritmo del 0,5% debido a la suba en el precio de la carne", explicaron desde la consultora.
Por su parte, Equilibra proyecta una inflación del 2,1%, destacando que "hubo una importante desaceleración, sobre todo en alimentos y bebidas, que en diciembre estuvieron muy influenciados por el alza de la carne", según señaló Lorenzo Sigaut Gravina.
Desde LCG, también estiman un 2% y remarcan que "la inflación de las últimas cuatro semanas se desplomó a la mitad". En tanto, EcoGo y Analytica coinciden en que el índice de enero cerrará en 2,3%, impulsado por un aumento mayor al esperado en alimentos y una suba del 17,6% en "mano de obra" del Índice de Confianza del Consumidor (ICC).
La estimación más alta proviene de Empiria, que proyecta un 2,5%. "El aumento de los bienes y servicios regulados lo calculamos en torno al 2%, marcando una importante desaceleración respecto al mes anterior", explicó Gonzalo Lacunza.
Si bien la desaceleración de la inflación es una señal positiva, el impacto real dependerá de la evolución de los precios en sectores clave como alimentos, combustibles y tarifas. La estabilidad de estos indicadores será crucial para determinar si este descenso es sostenible o si se trata de una baja transitoria.
El próximo 13 de febrero, cuando se publique el dato oficial, se podrá evaluar con mayor claridad el rumbo de la economía y sus efectos sobre el poder adquisitivo de los argentinos.