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La dieta que ayuda a combatir la demencia, incluso si tienes diabetes tipo 2 y enfermedades cardiacas

 Es parte de un estudio longitudinal que incluye participantes de Inglaterra, Escocia y Gales.

Lunes, 16 de Setiembre de 2024
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Un nuevo estudio analizó los patrones dietéticos de más de 84.000 adultos libres de demencia mayores de 60 años con diagnóstico de diabetes tipo 2 y/o enfermedad cardí­aca o accidente cerebrovascular que formaron parte del Biobanco del Reino Unido, un estudio longitudinal que incluye participantes de Inglaterra, Escocia y Gales.

¿Qué es una dieta antiinflamatoria?

Mejores cerebros con alimentos antiinflamatorios

De hecho, las personas que viven con diabetes tipo 2, accidente cerebrovascular o enfermedad cardí­aca que consumieron más alimentos antiinflamatorios "desarrollaron demencia dos años más tarde que aquellos con enfermedades cardiometabólicas y una dieta proinflamatoria", agregó.

"Los escáneres cerebrales de quienes siguieron una dieta antiinflamatoria también mostraron niveles significativamente más bajos de biomarcadores cerebrales de neurodegeneración y lesión vascular", dijo Dove.

Aunque el estudio es observacional y no puede demostrar causa y efecto, los hallazgos reflejan investigaciones existentes que muestran un ví­nculo entre la inflamación alimentaria y la salud cerebral, dijo por correo electrónico el Dr. David Katz, especialista en medicina preventiva y de estilo de vida que no participó en el estudio.

"Es muy probable que una dieta de mayor calidad y menos inflamatoria tenga un impacto directo en múltiples ví­as relacionadas con la salud cerebral y neurocognitiva a lo largo del tiempo", dijo Katz, fundador de la organización sin fines de lucro True Health Initiative, una coalición global de expertos dedicados a la medicina del estilo de vida basada en evidencia.

Todaví­a no se comprenden por completo las formas biológicas exactas en que los alimentos afectan las ví­as inflamatorias. Sin embargo, los investigadores creen que la dependencia de los alimentos ultraprocesados y azucarados y la abundancia de grasas saturadas provenientes de las carnes rojas y procesadas que son comunes en la dieta occidental (junto con la contaminación, el humo del cigarrillo, la radiación, los plásticos y los pesticidas ) pueden provocar una mayor activación de los radicales libres en el cuerpo.

Los radicales libres son moléculas con electrones desapareados que, impulsados a buscar un equivalente, privan a otras células de sus electrones, lo que provoca daños celulares que pueden contribuir a la enfermedad de Alzheimer y otras demencias y enfermedades crónicas.

Además, los investigadores creen que los alimentos altamente procesados y grasosos también pueden desencadenar niveles más elevados de otros biomarcadores inflamatorios como la proteí­na C reactiva ,la interleucina 6 y el factor de necrosis tumoral.

Un estudio de noviembre de 2020 descubrió que las personas que consumí­an cantidades más altas de carnes rojas y procesadas, como tocino y salchichas, así­ como alimentos ultraprocesados y azucarados tení­an un riesgo 28 % mayor de sufrir un accidente cerebrovascular y un riesgo 46 % mayor de sufrir una enfermedad cardí­aca. Tan solo un aumento del 10 % en el consumo de dichos alimentos se asoció significativamente con un riesgo 14 % mayor de muerte por todas las causas, según un estudio de febrero de 2019 .

Hay una manera de contraatacar: las investigaciones han sugerido que los elementos antiinflamatorios como las vitaminas, los carotenoides y los flavonoides en alimentos como frutas y verduras pueden neutralizar los radicales libres y otros marcadores inflamatorios y reducir el estrés en el cuerpo, según la Clí­nica Mayo.

El nuevo estudio analizó los patrones dietéticos de más de 84.000 adultos libres de demencia mayores de 60 años con diagnóstico de diabetes tipo 2 y/o enfermedad cardí­aca o accidente cerebrovascular que formaron parte del Biobanco del Reino Unido, un estudio longitudinal que incluye participantes de Inglaterra, Escocia y Gales.

A cada persona se le preguntó cinco veces sobre su consumo de 206 alimentos y 32 bebidas, divididos en niveles de nutrientes inflamatorios y antiinflamatorios. Se examinaron los registros médicos durante los siguientes 15 años para descubrir si existí­a alguna asociación entre comer la menor o la mayor cantidad de alimentos inflamatorios y los diagnósticos de demencia. Además, casi 9.000 de los participantes también se sometieron a imágenes por resonancia magnética (IRM) del cerebro.

Los escáneres encontraron que las personas con enfermedades cardiometabólicas que consumí­an más alimentos antiinflamatorios tení­an un mayor volumen de materia gris (lo que indica menos neurodegeneración) y menores intensidades de materia blanca, que son signos de lesión vascular en el cerebro, en comparación con las personas que consumí­an una dieta inflamatoria.

Si bien es necesario realizar más investigaciones, en general, "la señal es clara por encima del ruido de fondo", dijo Katz.

"Incluso cuando una persona padece una enfermedad cardiometabólica crónica, la adopción de una dieta de mayor calidad parece ofrecer cierta protección al cerebro, reduciendo y retrasando los signos de degradación tanto funcionales como anatómicos".

CNN