En San Martín, Mendoza, tras una ardua batalla legal de dos años y dos meses, la justicia condenó a 14 años de prisión a la expareja de Paola Burgio, un sodero de la zona. 

La sentencia, dictada tras un juicio oral que visibilizó la violencia de género, se basa en numerosas pericias y testimonios. 

Paola relató que su calvario no se limitó a la agresión del 24 de julio de 2023, cuando fue golpeada y abusada con el mango de un cuchillo. 

Durante años, sufrió maltrato psicológico, verbal, económico y sexual. "Fue como una agonía", expresó sobre el proceso legal, en el que tuvo que revivir el trauma al someterse a repetidas pericias psicológicas, psiquiátricas y físicas. La muerte de su abogado, el doctor Roselo, prolongó aún más este difícil proceso.

Los delitos que se le imputaron a José Darío Ojeda, fueron múltiples. A saber: abuso sexual con acceso carnal en concurso ideal con abuso sexual gravemente ultrajante; abuso sexual con acceso carnal en un número indeterminado de hechos, todos hechos agravados por el daño en la salud mental de la víctima.

Además, se lo acusó de violación de domicilio, lesiones leves y desobediencia, todos hechos en concurso real y en contexto de violencia de género. Esta acusación fue sostenida por el doctor Federico Bergamín, quien encarnó la figura del Ministerio Público Fiscal.

Según la investigación, testimonios y elementos de prueba, el 24 de julio de 2023, pasadas las 14, el imputado se hizo presente en el domicilio de la víctima, a pesar de ya tener una orden de restricción en su contra. Rompió la puerta de una patada e ingresó al domicilio. Una vez dentro, golpeó a la mujer con los puños en la cabeza y la cara, usando guantes de construcción para no dejar huellas.