El titular de Aysam quedó bajo la lupa debido a que no blanqueó ocho propiedades en su declaración jurada. La oposición quiere saber si su salario como funcionario le permite haber adquirido esos bienes.
El presidente de Aysam, Humberto Mingorance, reconoció haber omitido información en sus declaraciones juradas de bienes, aunque negó categóricamente haber experimentado un incremento patrimonial injustificado durante su carrera en la función pública.
El exsecretario de Ambiente durante el gobierno de Rodolfo Suarez y exfuncionario de Godoy Cruz bajo las órdenes del actual gobernador Cornejo, quedó en el centro de la polémica luego de que una investigación del diario El Sol revelara que no había declarado nueve propiedades ni una supuesta construcción en un terreno registrado como baldío.
Por su parte, Mingorance explicó que la omisión se debió a un error en la base de datos de la Administración Tributaria Mendoza (ATM) y aseguró que las propiedades en cuestión corresponden a una herencia anticipada de sus padres, sin que él pueda disponer de ellas.
El funcionario sostuvo que el terreno señalado como baldío fue recibido en 2023 como parte de pago por la venta de una propiedad compartida con su exesposa y que, contrario a lo informado, no tiene construcciones. "Hubo un error de datos en la base catastral de ATM. No tengo ninguna inversión onerosa ni construcción en ese terreno", aseguró.
Para despejar dudas, explicó que ATM ya corrigió la información y que contrató a un escribano para certificar que el lote en cuestión sigue siendo baldío.
En cuanto a las propiedades no declaradas, detalló que se trata de departamentos y cocheras que sus padres le cedieron a él y a sus hermanos en 2022 como anticipo de herencia. "Esas propiedades fueron adquiridas hace al menos nueve años sobre un terreno que compró mi bisabuelo cuando llegó de España", explicó.
Mingorance insistió en que esos bienes no forman parte de su patrimonio disponible. "No puedo disponer de esas propiedades ni usarlas en ninguna transacción económica. La Ley de Ética Pública establece que un funcionario debe salir con el mismo patrimonio con el que ingresó, salvo que pueda justificar cualquier aumento", subrayó.
El titular de Aysam negó haber acumulado bienes de forma irregular. "Ingresé a la función pública con un Fiat Duna y hoy tengo un Audi Q3 modelo 2015, que compró en Tierra del Fuego, una moto Guzzi 2017.
Aclaró que en su historial aparecen tres callejones comuneros que ya no le pertenecen. "Dos están en Luján y corresponden a un lote que vendí hace 28 años, pero siguen figurando a mi nombre por cuestiones administrativas. Ya pedí a mi escribano que termine el trámite para corregir eso", indicó.
Finalmente, reiteró que su patrimonio no ha crecido de manera injustificada y se mostró dispuesto a brindar explicaciones. "No tengo problema en mostrar la documentación que respalda mis declaraciones. Me deja tranquilo saber que puedo justificar lo que tengo y por qué se produjo la omisión", concluyó.