La sentencia fue dejada firme por la Corte Suprema; el exsecretario de Transporte kirchnerista fue liberado tras haber pasado siete años preso y está en Córdoba
Jaime, que está en Córdoba, estuvo preso siete años, pero fue dejado en libertad condicional. Tiene seis condenas. Ahora deberá regresar a la cárcel. La decisión la tomaron los jueces del Tribunal Oral Federal N° 2, que le dieron tres días (hábiles) al exfuncionario para que se presente en la mesa de entradas del tribunal, en Comodoro Py 2002, para ser trasladado a una cárcel federal.
El juez Rodrigo Giménez Uriburu, presidente del tribunal, dispuso que quede detenido tras el fallo de la Corte. No se ordenó su captura porque Jaime siempre estuvo a derecho en este proceso.
Jaime estuvo preso dos años, de 2018 a 2020, por la tragedia de Once, el choque del tren de la línea Sarmiento ocurrido el 22 de febrero de 2012, en el que murieron 51 personas y más de 700 resultaron heridas. Lo condenó por este hecho el Tribunal Oral Federal 2 en diciembre de 2015 a seis años de cárcel por administración fraudulenta. También fueron condenados otros exfuncionarios, el maquinista y los directivos del grupo Trenes de Buenos Aires (TBA). Todos ellos ya tienen la condena firme y cumplieron la pena de prisión.
El único que restaba era Jaime. Su situación fue revisada por la Cámara de Casación Penal, que le sumó el delito de estrago culposo y le impuso una nueva pena de ocho años. Pero luego hubo segunda revisión de Casación, que dejó solo el delito de administración fraudulenta y una pena de cinco años. Esa decisión fue confirmada esta semana por la Corte Suprema de Justicia de la Nación. Cumplirá ahora una pena unificada.
Jaime además está condenado a un año y seis meses por el delito de dádivas, ya que vivía en un departamento que le pagaba el titular de la terminal de Retiro, Néstor Otero, a quien debía controlar, y tiene otra condena de seis meses de prisión por haber intentado robar documentación de un allanamiento que se realizaba en su casa de Córdoba.
Asimismo, Jaime está condenado a ocho años por enriquecimiento ilícito, por no poder justificar propiedades, hoteles, un yate de 64 pies de un millón de dólares y hasta un Learjet de cerca de cinco millones de dólares.
También fue condenado por la compra de trenes chatarra a España y Portugal y por haber acordado el pago de un soborno millonario para la construcción de un tren bala a Rosario que nunca se concretó. También está acusado -y espera ser juzgado- por el caso de los cuadernos de las coimas.
Jaime cumplirá 70 años el año próximo, lo que le permite aspirar a un arresto domiciliario, ya sea por su edad o por problemas de salud, como los que acusó antes de salir en libertad.