Nació en Mendoza en marzo de 1815 y su vida estuvo marcada por su participación en la guerra civil que asoló el país durante décadas. A partir de 1829, combatió como oficial del ejército de sus tíos, los caudillos del partido unitario de San Luis, en el conflicto que enfrentó a las fuerzas unitarias y federales.

Tras su huida a Chile, donde vivió durante varios años, se trasladó a Montevideo en 1838 y se enroló en la campaña de Juan Lavalle al año siguiente. Videla participó en varias batallas, como la de Yeruá, Don Cristóbal, Sauce Grande, Santa Fe y Quebracho Herrado, entre otras.

Durante la campaña de La Rioja, Videla decidió pasarse a las fuerzas federales de Manuel Oribe, lo que le llevó a combatir en Famaillá y Arroyo Grande. En su trayectoria militar, también prestó servicios en el sitio de Montevideo, donde alcanzó el grado de coronel.

En 1852, Videla participó en la batalla de Caseros, del lado del gobernador de Buenos Aires, Juan Manuel de Rosas. Posteriormente, apoyó el sitio de Buenos Aires por los federales de Hilario Lagos. Poco después, pasó a ser jefe de la frontera con el indio en Mendoza y se identificó con el partido federal.

En abril de 1861, la ciudad de Mendoza sufrió un terrible terremoto que la dejó totalmente destruida. Como un hombre compasivo y muy eficiente, Videla organizó el reparto de auxilios y formó guardias para evitar saqueos, ayudar a los heridos y a quienes habían perdido sus casas. Fue un esfuerzo destacado que salvó muchas vidas, a pesar de haber perdido dos hijos en el desastre.

En diciembre de ese mismo año, tras la derrota nacional de Pavón, los unitarios organizaron una revolución que fue vencida por el gobernador Laureano Nazar, quien la reprimió con dureza. No obstante, Videla, creyendo que podría llegar a algún acuerdo con el vencedor Bartolomé Mitre, derrocó a Nazar el 18 de diciembre de 1861. Sin embargo, al llegar la expedición de Wenceslao Paunero y Domingo Faustino Sarmiento a Cuyo, éstos le exigieron la renuncia. Videla renunció a la gobernación el 2 de enero de 1862, ya que no había arreglo posible.

La Revolución de los Colorados

Durante la guerra civil contra las fuerzas de Ángel Vicente Peñaloza, se mantuvo neutral y fue encarcelado por varios meses. Sin embargo, en noviembre de 1866, se produjo la "Revolución de los Colorados", una sublevación de las tropas que debían partir a la guerra del Paraguay, liderada por Videla. Durante esta revolución, liberaron a los presos de la cárcel, incluyendo al doctor Carlos Juan Rodríguez, quien luego fue nombrado gobernador de Mendoza por Videla. En solo dos días, lograron controlar toda la provincia.

Después de esto, Videla derrotó al coronel Irrazábal, el asesino de Peñaloza, en San Rafael. Luego, expulsó al gobernador unitario Camilo Rojo de San Juan y fue nombrado gobernador por una reunión popular en enero de 1867. Retrocedió hacia el sur y venció al coronel Julio Campos, gobernador unitario de La Rioja, en la batalla de Pocito.

El general Juan Saá tomó el mando militar de la revolución y recuperó San Luis, nombrando a su hermano Felipe como gobernador. En muy poco tiempo, los Colorados tomaron el poder en todo Cuyo y, a principios de febrero, ocuparon el gobierno en La Rioja a través de Felipe Varela, quien contó con el apoyo del gobernador cordobés Mateo Luque.

Esta situación representaba un peligro para el gobierno nacional, que envió poderosas fuerzas desde el frente de la guerra del Paraguay para enfrentarlos. En abril de 1867, el general José Miguel Arredondo los enfrentó en el paso de San Ignacio, sobre el río Quinto. Aunque los federales estuvieron a punto de vencer, la decisiva acción de la infantería de Luis María Campos dio vuelta la batalla y los federales fueron derrotados. Todos sus líderes huyeron a Chile, excepto Varela, quien resistió casi un año más. Así, fracasó el último intento federal en el interior.

Videla regresó a Mendoza a finales de la década de 1870, bajo la protección del senador nacional Carlos Juan Rodríguez.

Murió en Mendoza en septiembre de 1880.