Un tiroteo en una farmacia CVS en Emory Point, frente a la entrada principal del CDC, dejó un oficial de policía muerto y provocó el caos en el campus de Emory y el CDC. El oficial David Rose, del Departamento de Policía del condado de DeKalb, falleció tras ser baleado; le faltaba un mes para cumplir un año en el cargo, estaba casado, tenía dos hijos y esperaba un tercero.
El tiroteo comenzó poco antes de las 17:00 horas, atrapando a residentes, estudiantes y padres que recogían a sus hijos de jardines infantiles en un prolongado bloqueo de seguridad. El atacante, aún no identificado, fue encontrado muerto en el segundo piso de la farmacia con heridas de bala; la policía no ha confirmado si se suicidó o fue abatido.

Dentro de las oficinas del CDC, empleados describieron cómo los disparos atravesaron ventanas y pasaron cerca de cubículos, calificando de "milagro" que nadie más resultara herido. La directora del CDC, Susan Monarez, informó que el atacante disparó contra al menos cuatro edificios de la agencia. El personal trabajará remotamente el lunes mientras se realiza una evaluación de seguridad y se ofrece apoyo psicológico.

Fuentes policiales indicaron que el tirador, que llevaba una mascarilla quirúrgica, estaba armado con dos pistolas, un rifle, una escopeta y dos mochilas llenas de municiones. Se cree que el tirador culpaba al CDC por problemas de salud que atribuyó a la vacuna contra el COVID-19. El alcalde de Atlanta, Andre Dickens, mencionó que el individuo era "una persona conocida que podría tener interés en ciertas cosas" que aún no podía confirmar.
Hayes Parsa, de 17 años, presenció los esfuerzos por salvar la vida del oficial Rose frente al Hospital Universitario Emory. El jefe de policía interino, Greg Padrick, pidió a la comunidad que rece por la familia y seres queridos del oficial Rose, quien fue calificado de héroe por el director del FBI, Kash Patel.

El tiroteo generó tensión en todo el campus de Emory. Randy Gold y su padre recién dado de alta se encontraron con personal médico corriendo y gritando sobre un "tirador activo". Casey Cooksey, del departamento de informática de la universidad, escuchó "muchos disparos" y describió la escena como de "miedo total". Kristin Coles, preocupada por su hijo en una guardería cercana, relató que la policía impedía el acceso a la zona.

El alcalde Dickens confirmó que 92 niños en una guardería del campus del CDC estaban a salvo. Este incidente representa un nuevo desafío para el personal del CDC, que ya enfrenta incertidumbre debido a recortes de empleo y posibles reducciones presupuestarias.