El Sumo Pontífice no registró nuevas crisis respitorias, pero se le sigue administrando oxígeno.
El Papa Francisco pasó una noche tranquila y continúa en reposo, según informó este jueves el parte médico oficial, al cumplirse tres semanas de su internación en el hospital Gemelli de Roma por problemas respiratorios.
De acuerdo con el informe, el Pontífice sigue colaborando activamente con las terapias indicadas y mantiene un buen estado de ánimo. Los especialistas a cargo de su evolución destacaron que en las últimas 48 horas no se registraron episodios críticos. Sin embargo, debido a la complejidad de su cuadro clínico, el pronóstico se mantiene reservado, aclaró el Vaticano.
Francisco permanece internado desde el pasado 14 de febrero, en lo que ya se convirtió en su hospitalización más prolongada desde el inicio de su pontificado. En ocasiones previas, el Papa había recibido atención médica en tres oportunidades, aunque nunca por un lapso tan extenso. Esta situación reavivó las especulaciones sobre su capacidad para continuar al frente de la Iglesia y ejercer plenamente sus funciones.
Pese a la estabilidad actual, los médicos insisten en que el pronóstico reservado implica que no existe un plazo claro para su recuperación ni certezas sobre su evolución en el corto plazo.