Además de criticar al gobierno laborista de Keir Starmer, el empresario le pidió al rey Carlos III que disuelva el Parlamento británico y aseguró que la ministra de Protección Social "merece estar en prisión".
El periplo en la política de Elon Musk, el hombre más millonario del mundo que durante 2024 decidió entrar de lleno en ese mundo al apoyar a Donald Trump en su candidatura a la Casa Blanca, se internacionalizó en los últimos días luego de que criticara duramente al gobierno de Reino Unido. Actualmente liderado por el laborista Keir Starmer, el gabinete y el propio primer ministro han sido el foco de los ataques del magnate nacido en Sudáfrica, quien ha centrado sus críticas en supuestas faltas, e incluso acusaciones, relativas a investigaciones sobre explotaciones sexuales infantiles. No es el primer desencuentro con autoridades europeas.
En esta ocasión, según el dueño de Tesla y SpaceX, Starmer no habría procesado a las bandas que maltrataban sexualmente a niños y niñas en su paso por la Fiscalía inglesa, cuando ofició como director del Ministerio Público entre noviembre de 2008 y noviembre de 2013. Desde el gobierno británico se habían limitado a señalar que las afirmaciones eran "inexactas".
Sin embargo, las imputaciones a través de la red social de Musk, X -antes Twitter-, llegaron a tal punto, que el premier debió salir a referirse al tema durante este lunes, en un punto de prensa destinado a la reforma sanitaria del país.
"Cuando fui fiscal jefe durante cinco años, me enfrenté a ello (los casos de abusos sexuales contra menores) dando la cara... y por eso reabrí casos que habían sido cerrados y supuestamente terminados. Llevé a cabo el primer procesamiento importante de una banda asiática de captación de menores... Cambié por completo el enfoque de la acusación", señaló Starmer ante la prensa local, visiblemente enojado.
El jefe de gobierno respondía así a serias acusaciones hechas por Musk, como que el premier había sido "cómplice de la VIOLACIÓN DE GRAN BRETAÑA (sic)", y que debía enfrentar cargos por "el peor crimen masivo en la historia de Gran Bretaña". También lo acusó, sin pruebas hasta ahora, de que supuestamente Starmer había encubierto los abusos.
Lejos de desescalar la tanda de acusaciones, Musk respondió al premier británico a través de la red social que posee. "¡Qué locura!", exclamó, para luego añadir que "Starmer ignoró repetidamente las súplicas de un gran número de niñas y de sus padres, con el fin de asegurarse apoyo político. Starmer es absolutamente despreciable", cerró.
El millonario sudafricano, que apoyó abiertamente a Donald Trump, fue más allá el sábado y solicitó al rey Carlos III que disuelva el Parlamento y que llame a nuevas elecciones generales debido a la supuesta relación del gobierno con "bandas clandestinas" una década atrás.
"Es mi más ferviente esperanza de que (el rey Carlos III) considere este asunto en interés de sus súbditos", escribió el fin de semana en X.
Los orígenes de la disputa ocurrieron luego de que la ministra de Protección Social de Reino Unido, Jess Phillips, rechazara las solicitudes para que el gobierno liderara una investigación, a través del Ministerio del Interior, sobre la actividad de explotación infantil detectada en la localidad inglesa de Oldham.
Ante esto, Musk y sus seguidores empezaron una suerte de campaña para acusar lo que ellos consideran un intento de esconder los casos de abusos sexuales a menores por parte de la administración laborista, miembros de un partido contrario en el arco ideológico. Para él, la jefa de la cartera "merece estar en la cárcel".
Pero el enfrentamiento está lejos de ser uno solo con Reino Unido. El hombre que ya era uno de los más poderosos del mundo por su capital económico y que ahora sumó uno político al convertirse en consejero de Donald Trump, lleva meses inmiscuyéndose en la política europea.
Recientemente, Musk recibió críticas por apoyar en diciembre al partido Alternativa para Alemania (AfD), tienda que apunta hacia políticas antiinmigración y antiislamista que es calificado de extrema derecha por los servicios de seguridad alemanes. Luego se supo que posiblemente el magnate entreviste en una transmisión en vivo de X al líder de AfD a mediados de enero. Musk ya había llamado "tonto" al canciller alemán, Olaf Scholz. Ahora, miembros del Parlamento Europeo presionan a la Comisión Europea para que investigue un supuesto intento de Elon Musk por influir en las elecciones alemanas de febrero.
A través de una misiva, los legisladores que se plegaron al pedido se preguntan si "el uso algorítmico de la plataforma de Musk cumple con los requisitos de transparencia establecidos en la Ley de Servicios Digitales (DSA)", consignó Euronews. "Hay indicios de que Musk codificó un multiplicador en el código de X. Esto significaría socavar la neutralidad del algoritmo en beneficio de su propio alcance", planteó el legislador Damian Boeselager (Alemania/Verdes).
En noviembre de 2024, una andanada de publicaciones en X agitaron el panorama europeo. La primera llegó el 11 de noviembre, cuando respondió a un post que aseguraba que un tribunal italiano había bloqueado el último plan de la primera ministra, Giorgia Meloni, para detener el ingreso al país de migrantes provenientes de Albania, dictaminando que siete hombres de Bangladesh y Egipto podían entrar a Italia. "Esos jueces tienen que marcharse", escribió el magnate.
Días después, la dinámica se repitió, pero esta vez con relación a la Comisión Europea, el principal órgano Ejecutivo de la Unión Europea. Citando un video realizado por un miembro del Parlamento Europeo que criticaba el sistema de votación del equipo de la Presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.