Tendrán además derecho a vacaciones, paro o baja por enfermedad y embarazo. Estarán más protegidas ante los riesgos ligados a la profesión.
A principios de diciembre, en Bélgica, entró en vigencia una ley que permite que las personas que se dediquen a la prostitución (la mayoría de las cuales son mujeres) puedan acceder a tener un contrato laboral, cobertura social, derecho a vacaciones, jubilación, paro o baja por enfermedad y embarazo.
La normativa incluye otras medidas, como por ejemplo, las resguarda en el derecho a rechazar a un cliente, fijar las condiciones del acto y poder terminarlo cuando decidan, al mismo tiempo que busca garantizar las condiciones de seguridad e higiene.
En CNN, indicaron que Daan Bauwens, director de UTSOPI, la Unión belga de Trabajadores y Trabajadoras Sexuales, organización que vela por los derechos del colectivo, cree que la ley es un gran avance que ofrece garantías que antes era impensables. "El trabajo del sexo es reconocido por la ley como un trabajo, hay una igualdad de derechos para los trabajadores y trabajadoras del sexo. Ya no hay más discriminación dentro de la ley. Lo que no era lógico era decir que se trata de un trabajo con riesgos y no hacer nada para proteger a las personas del sector de esos riesgos", comentó.
Por otra parte, la ley también incluye la obligación de tener autorización estatal para ejercer, cumplir con requisitos de antecedentes, entre otros puntos más.
La normativa establece, además, que no podrán percibir una remuneración inferior al salario mínimo legal de casi 1.600 euros en Bélgica, y precisa que el horario laboral no podrá exceder el máximo de 35 horas, con dos días libres a la semana.
Pese a su aprobación y vigencia, hay quienes sostienen que esta norma permite que el proxenetismo sea legal. Entre los que se manifestaron en contra, se encuentra la eurodiputada socialista española y presidenta de la comisión de igualdad del Parlamento Europeo, Lina Gálvez, quien planteó: "Niego que las personas prostituidas sean trabajadores del sexo. O sea, yo parto de que ahí hay una explotación, una explotación de personas. Se habla mucho de la libre elección, pero insisto, hay una gran mayoría que son víctimas de trata y otra gran mayoría que son víctimas de la pobreza, o de un origen de pobreza, o de falta de inclusión social. Entonces tienen un abanico de elección y de libertades muy limitado"?.
Por su parte, Bauwens reconoció que la prostitución nace de una situación de desigualdad, pero defendió que la ley es una salida para las personas que quieren abandonarlo. Es decir que, con una ley de este tipo, con beneficios como seguridad social y jubilación, las trabajadoras podrán tener más garantías a la hora de dejar la profesión. "Antes para las personas que querían dejarlo era muy difícil, porque no tenían derechos, como la seguridad social, esto significa que no tenían derecho al paro, ni derecho a la formación, tampoco el derecho a abandonar, porque después de eso no había nada. Como ocurrió con la Covid, si se dejaba de trabajar, no había nada más", analizó.