Acusando a Beijing de no hacer lo suficiente contra los laboratorios que producen las bases de la potente droga, el nuevo presidente americano planea subir los impuestos tanto con el gigante asiático como con sus dos vecinos directos, México y Canadá.
A lo ancho del Pacífico, suenan a lo lejos tambores de una guerra comercial: con la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, el próximo 20 de enero, y sus promesas de subir los aranceles a las importaciones, se espera que ambos países intensifiquen la "carrera de impuestos" que vivieron entre 2018 y 2019.
Esta vez, la medida estadounidense tiene una excusa particular: el flujo de fentanilo, cuyos químicos base se producen ilegalmente en laboratorios chinos. La droga, que mató más de cien mil personas en 2023, ha sido uno de los temas recurrentes de Donald Trump al referirse a China.
Sin embargo, según indica The New York Times, esta medida terminaría empeorando el flujo de fentanilo, ya que hasta el momento ambos países habían acordado colaborar en su persecución contra los productores del opioide. Esto, luego de un encuentro entre Joe Biden y Xi Jinping en California.
Este lunes, una de las medidas más prometidas por Donald Trump durante su campaña empezó a definirse claramente, luego de que en su red social, el presidente electo se refiriera a estos impuestos. "El 20 de enero, como uno de mis primeros decretos, firmaré todos los documentos necesarios para cobrar a México y Canadá un arancel del 25% a TODOS los productos que ingresen a Estados Unidos y sus ridículas fronteras abiertas ¡Este arancel permanecerá vigente hasta que las drogas, en particular el fentanilo, y todos los inmigrantes ilegales detengan esta invasión a nuestro país!", indicó, señalando primero a sus países vecinos.
Sin embargo, el país más afectado por los aranceles será China: Donald Trump señaló que el gigante asiático tendrá, en todos sus productos, un 10% de impuesto más comparado con cualquier otro existente. Y esta medida, indica el magnate, solo se retirará cuando se acabe "el flujo de drogas ilegales".
"He tenido muchas conversaciones con China sobre las enormes cantidades de drogas, en particular fentanilo, que se envían a Estados Unidos, pero sin resultado", escribió Trump. En la misma publicación, llegó a contar que los funcionarios chinos le habrían prometido ejecutar a los traficantes de drogas descubiertos, pero "nunca cumplieron".
Consultada por la CNN, la embajada china en Washington se refirió al respecto dejando claro lo que podría pasar a futuro, con este tipo de medidas: "Nadie ganará en una guerra comercial".
La situación del fentanilo es particular, y China ha tomado medidas para ir legislando y persiguiendo la venta de la base del fentanilo, que mata decenas de miles de norteamericanos cada año. Gran parte del flujo del fentanilo llega desde México, donde los carteles de la droga mezclan el químico precursor -de origen chino- y lo envían a su vecino del norte.
Los productores chinos del precursor de fentanilo, que también se utiliza para producir medicamentos farmacéuticos legales, pueden eludir las leyes que los persiguen, desarrollando nuevos precursores químicos no controlados. Desde el Consejo de Relaciones Exteriores norteamericano, aseguran que las policías chinas y estadounidenses deben trabajar juntas más estrechamente. Además, China debería brindar a Estados Unidos más apoyo en los esfuerzos contra el lavado de dinero, que permite intercambios entre los laboratorios y los carteles.
Sin embargo, algunos analistas creen que la actitud de Donald Trump de subir los aranceles terminará haciendo más daño en la guerra contra el fentanilo. "La imposición de aranceles no va a hacer nada con respecto al flujo de fentanilo", aseguró a New York Times Vanda Felbab-Brown, investigadora principal de la Brookings Institution y experta en política mundial de drogas: "De hecho, podría socavar la cooperación antinarcóticos que Estados Unidos y China han estado realizando en 2024 y que se produjo después de no cooperar durante más de dos años".