Su abuelo, reconocido abogado y escritor de Bahía Blanca, falleció a los 89 años, dejando una marca profunda en el ámbito jurídico y cultural.
Franco Colapinto, joven piloto argentino de Fórmula 1, atraviesa un momento de dolor tras la muerte de su abuelo paterno, Leónidas Colapinto, a pocas horas del Gran Premio de Brasil, que comenzará este viernes con la primera práctica libre y luego la clasificación para la carrera sprint.
Conocido tanto por su prolífica carrera como abogado como por sus contribuciones literarias, Leónidas falleció a los 89 años en Bahía Blanca, su ciudad natal. Su partida ha generado un gran pesar en su familia y en la comunidad, que lo recuerda como una figura que defendió fervientemente los Derechos Humanos y temas sociales a lo largo de su vida.
Asimismo, destacó en el ámbito jurídico con una especialización en Derecho de Familia y Derechos Humanos. Fue pionero en su área, al cofundar el Instituto de Derecho Procesal y el Instituto de Derecho de Familia en el Colegio de Abogados de Bahía Blanca, un esfuerzo que contribuyó a consolidar la formación de generaciones de abogados en la región.
Este compromiso con la justicia y el bienestar social también se reflejó en sus obras literarias, a las que dedicó su vida tras retirarse de la práctica legal. En sus libros abordó temas controvertidos y de relevancia histórica, tocando cuestiones de género, raza, religión y nacionalidad, todas tratadas con una perspectiva crítica.
Entre sus trabajos más notables se encuentran títulos como La mujer, bestia salvaje (según los santos varones de la Iglesia), La doncella en la hoguera (Los últimos días de Juana de Arco) y La leyenda Bíblica. Mitos Plagios y Mentiras, en los que se propuso desafiar los mitos religiosos y explorar los aspectos más oscuros de la historia.
Su libro Estados Unidos, el IV Reich presenta un análisis crítico sobre la influencia estadounidense, mientras que Iniquidades de la adopción y La hija incestuada ¿seducida o simuladora? examinan cuestiones de justicia y moral desde un enfoque cuestionador y comprometido. La producción de Leónidas fue más que un conjunto de libros; fue una invitación a pensar y reflexionar en profundidad sobre temas que otros suelen evitar.
El vínculo de Leónidas con su nieto Franco iba más allá de la sangre; también compartían una pasión por la equitación, una actividad que se transmitió de generación en generación. Tanto el padre de Franco, Aníbal, como el joven piloto heredaron el amor por los caballos y el disfrute de cabalgar en el campo.
Los restos de Leónidas Colapinto serán velados este viernes en la casa de sepelios Bonacorsi, en Bahía Blanca, con una ceremonia que permitirá a sus seres queridos despedirse del abogado, escritor y abuelo que dejó una marca indeleble en cada persona que tuvo la fortuna de conocerlo.