De día ejercen como profesoras, doctoras o veterinarias. De noche, toman sus armas para enfrentar los ataques rusos. Su objetivo es contrarrestar la invasión.
Las "brujas de Bucha", como se llaman a sí mismas, han adquirido un papel fundamental para contrarrestar la invasión de las fuerzas de Rusia en el territorio de Ucrania.
Se trata de una unidad militar, conformada por mujeres voluntarias, que se dedica a labores de defensa antidrones.
El nombre por el que son conocidas hace referencia a la ciudad de Bucha, un punto estratégico de relevancia en la región de Kiev.
Tras el inicio de la guerra el pasado 24 de febrero de 2022, las tropas comandadas por el Kremlin ocuparon la zona.
No obstante, a finales de marzo de ese año, las fuerzas ucranianas lograron liberarla.
Bucha está ubicada a unos 30 kilómetros al noroeste de la capital, Kiev.
Un informe de la organización no gubernamental dedicada a la defensa de los derechos humanos, Human Rights Watch, denunció en abril de 2022 que, después de que los soldados rusos se retiraran, sus investigadores encontraron "numerosas pruebas de ejecuciones sumarias, otros homicidios ilegítimos, desapariciones forzadas y torturas".
Según reportaron en ese entonces, hubo "violaciones que constituirían crímenes de guerra y posibles crímenes de lesa humanidad".
Los investigadores de Human Rights Watch trabajaron en Bucha desde el 4 al 10 de abril de ese año, es decir, unos días después de la retirada de las tropas rusas.
El investigador de la división de crisis y conflictos de la organización, Richard Weir, declaró en ese entonces que "casi cualquier rincón de Bucha se ha convertido en una escena de crimen, y parece que la muerte está en todas partes".
"La evidencia indica que las fuerzas rusas que ocuparon Bucha mostraron desprecio y falta de consideración por la vida de los civiles y los principios más fundamentales de las leyes de la guerra", agregó.
Informaciones reunidas por el New York Timesel 10 de agosto de 2022 detallaron que, según el recuento de los funcionarios del ayuntamiento, 458 cadáveres fueron encontrados en la zona de Bucha.
Entre ellos, se registraron 86 mujeres y nueve niños.
A más de dos años del inicio de la invasión armada, muchas de las voluntarias que forman parte de las "brujas de Bucha" relataron a la BBCque decidieron unirse por la sensación de impotencia que sintieron cuando las tropas rusas ocuparon la zona.
Las operaciones que llevan a cabo en esta unidad se centran en labores de defensa, particularmente en derribar drones que envían las tropas dirigidas por el Kremlin.
Estos ataques tienden a darse durante las noches y suelen darse mediante lanzamientos en oleadas, para tratar de abrumar las defensas ucranianas antes de disparar misiles.
Durante el día, muchas de las voluntarias se desempeñan como profesoras, doctoras, veterinarias o manicuristas, por mencionar solo algunos de sus trabajos.
En esos casos, los turnos de noche les permiten llevar a cabo tanto sus labores militares como estas últimas.
Una miembro de las brujas de Bucha, Valentyna, se desempeña como veterinaria y se incorporó a la unidad este año.
El nombre de combatiente con el que se identifica es Valkiria.
"Tengo 51 años, peso 100 kilos, no puedo correr. Pensé que me mandarían a la porra, ¡pero me reclutaron!", contó al citado medio.
Relató que parte de lo que la llevó a unirse a las "brujas de Bucha" es su relación con amistades que están combatiendo en el frente y las muertes que se han presentado a lo largo de la guerra.
"Puedo hacer este trabajo. El equipo (de armamento) es pesado, pero las mujeres lo podemos hacer", recalcó.
El equipo militar en el que ella se desempeña está conformado por cuatro integrantes, de los cuales uno es un hombre, Serhiy.
La Tercera