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La hidroponía avanza en Mendoza como un modelo agrícola más eficiente en el uso del agua

En Mendoza crece el interés por la hidroponía, un sistema que reduce el uso de agua y optimiza la producción. Qué cultivos se desarrollan y cómo lo hacen.

Lunes, 15 de Diciembre de 2025
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Experiencia de hidroponía en la provincia de Mendoza

En Mendoza, una empresa pionera en hidroponía es Compostela: un proyecto familiar ubicado en Corralitos que trabaja bajo esta técnica desde hace más de dos décadas. En diálogo con Sitio Andino, Gabriel Lirosi, contó:

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Mis papás empezaron hace 25 años con la hidroponía porque en los invernaderos el suelo se enfermaba, se llenaba de bacterias y era imposible mover todo el sistema. La hidroponía nos permitió no desinfectar suelos y no trasladar estructuras. Mis papás empezaron hace 25 años con la hidroponía porque en los invernaderos el suelo se enfermaba, se llenaba de bacterias y era imposible mover todo el sistema. La hidroponía nos permitió no desinfectar suelos y no trasladar estructuras.

La hidroponía gana una tímida popularidad entre las formas de producción y consumo, aunque aún suele asociarse casi exclusivamente a la lechuga o la albahaca cultivadas en canaletas o camas flotantes. Si bien Compostela produce esas variedades, sus inicios fueron con tomate y hoy trabajan con una oferta mucho más amplia.

"La gente piensa que la hidroponía es solo para verdes, pero nosotros hacemos tomate redondo, pimiento, morrón y una gran variedad de cherrys hidropónicos", detalló Lirosi.

Las ventajas de la hidroponía frente a la agricultura tradicional

Consultado por Sitio Andino sobre los beneficios más claros de este método agrícola, Lirosi resaltó el uso eficiente del agua. "Dependiendo del cultivo y del nivel de tecnificación, podés ahorrar hasta un 90% de agua. En Argentina lo real es un 60%, pero en el mundo existen sistemas que logran máximos mucho más altos", afirmó.

Además de reducir el consumo hídrico, la hidroponía permite optimizar el uso de fertilizantes y otros insumos. Al tratarse de un circuito controlado, nada se filtra hacia las napas, lo que reduce el impacto ambiental:

Como el agua no se va al suelo, sos más eficiente no solo en el agua sino también en todos los insumos que van disueltos ahí. Y tampoco contaminás como en la agricultura tradicional. Como el agua no se va al suelo, sos más eficiente no solo en el agua sino también en todos los insumos que van disueltos ahí. Y tampoco contaminás como en la agricultura tradicional.

Otra marcada diferencia es el uso de invernaderos, ya que disminuyen la necesidad de pesticidas. "El plástico funciona como una barrera física y evita que entren moscas blancas o plagas. Eso ya te reduce bastante los agroquímicos".

Tecnología, capacitación y control permanente

La hidroponía no solo requiere estructuras especiales: demanda equipos técnicos formados y un monitoreo constante de variables como pH, temperatura, luminosidad y oxigenación del agua. En Compostela, esa estructura está consolidada.

"Estamos obligados a tener ingenieros. Tenemos uno en Mendoza que viene casi todos los días y otro chileno que nos visita una vez al mes", ilustró Lirosi.

El equipo incluye encargados de riego, de clima, de plagas y enfermedades, y de labores culturales. "Lo que es una lechuga en hidroponía es más simple. Pero tomates, pimientos o ajíes son muy complejos. Requieren mucha capacitación y mucha precisión para que el sistema funcione", explicó.

Tiempos de producción y resultados en el cultivo

La velocidad de crecimiento es otro punto a favor. En verano, una lechuga hidropónica puede completarse en plazos muy breves: "Una lechuga mantecosa hidropónica puede estar lista en 24 días si hacés todo bien. Vuela", afirmó Lirosi.

La firmeza y durabilidad poscosecha también son mayores, algo clave para mercados que deben transportar productos a grandes distancias. Esto explica parte de la demanda en el sur del país. "Para que un tomate o una lechuga lleguen bien a Tierra del Fuego, por ejemplo, necesitás un producto firme. Y la hidroponía te lo da".

El desafío de la comercialización

Aunque la producción hidropónica crece en Argentina, Lirosi advirtió que el mayor desafío no está en el cultivo, sino en el mercado. "La gente se enfoca en producir, pero la parte comercial es clave. Esto funciona como una fábrica: tenés que tener todo ubicado y vendido con anticipación".

Compostela distribuye en grandes cadenas como Vea, Jumbo, Disco, Changomás y Coto, tanto en Mendoza como en el sur del país y Buenos Aires. También vende en el mercado cooperativo de Guaymallén.

"Nuestros clientes buscan sobre todo la poscosecha: duran más por el ambiente controlado, y eso es fundamental para los viajes largos", explicó.

Cómo avanza la hidroponía en Mendoza y el país

Compostela cuenta con 14 hectáreas de invernaderos hidropónicos. Según Lirosi, el crecimiento del sector es fuerte, pero se concentra principalmente en la hidroponía de hoja.

"La hidroponía de verduras de hoja está creciendo muchísimo. Pero en hortalizas como tomate o pimiento no hay tantos productores. En eso debemos ser de los más grandes del país", indicó.

Aun así, advirtió que quienes quieren iniciarse deben pensar más allá de la técnica. "Está buenísimo arrancar, pero armate la parte comercial desde el principio. Si no ubicás los productos, no funciona", aconsejó.

Un método agrícola en crecimiento

La hidroponía ofrece ventajas en eficiencia, control sanitario, rendimiento y consumo de agua, lo que la vuelve especialmente atractiva para regiones como Mendoza. A esto se suma el auge de consumo de alimentos producidos en ambientes controlados y técnicas de agricultura más sustentable.

"Al final, uno busca ser más eficiente y producir más kilos por hectárea. Que después sea más saludable es un beneficio extra, pero no es la razón inicial. La clave es aprovechar mejor los recursos", resumió Lirosi.