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Mendoza
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Mendocinos que fueron víctimas de delincuentes residentes en Chile cuentan su experiencia y aseguran que no regresarán más al vecino país.
Frente a la escalada delictiva registrada en distintos puntos de Chile, las autoridades del país vecino, especialmente en zonas de veraneo muy concurridas como La Serena o Reñaca, intentaron llevar tranquilidad al anunciar un Plan de Seguridad que comenzará el 30 de diciembre y se extenderá hasta febrero.
Sin embargo, los dramáticos testimonios de ciudadanos mendocinos víctimas de violentos asaltos reflejan que el principal foco de la delincuencia se encuentra en las rutas y accesos urbanos, lejos del alcance inmediato de los operativos previstos para las zonas costeras.
En las últimas horas, dos mendocinos dieron a conocer sus impactantes experiencias, haciendo hincapié en la brutalidad de los ataques sufridos y en la falta de respuesta tanto de Carabineros como del Consulado argentino en Chile.
Uno de los testimonios corresponde a Laura, quien fue asaltada junto a su esposo y sus hijas durante el último fin de semana largo. Según relató, el hecho ocurrió el pasado 8 de diciembre, cerca de las 10.30, en la salida de la autopista hacia Vespucio y 5 Norte, en Santiago de Chile.
Debido a un desvío obligatorio provocado por una procesión religiosa por el Día de la Inmaculada Concepción, el vehículo familiar fue interceptado por una camioneta negra sin patente.
"Se bajaron cuatro tipos encapuchados con armas y empezaron a golpear con la culata los vidrios del vehículo. A mi marido lo bajaron con un arma en la cabeza y lo golpearon", contó la mujer.
Tras el violento episodio, los delincuentes se llevaron la camioneta -una Ford Territory modelo 2024- y todas las pertenencias de la familia: teléfonos celulares, iPads, carteras y joyas.
La situación resultó especialmente traumática para las dos hijas de Laura, quienes quedaron descalzas en plena ruta y pasaron el resto del día en esa condición, peregrinando entre la comisaría y el consulado.
De acuerdo con el testimonio, los agresores no parecían ser de nacionalidad chilena, sino integrantes de bandas delictivas extranjeras -posiblemente colombianos o venezolanos-, un fenómeno que, según relatan los propios habitantes del lugar, ha deteriorado sensiblemente la seguridad en la zona.
"La gente que paró a ayudarnos nos decía que todos los días pasa lo mismo en ese lugar", lamentó.
Luego del asalto, la familia acudió al Consulado Argentino en Chile, donde la atención recibida fue duramente cuestionada. "Cero empatía, la verdad, cero empatía. Su misión era hacernos los documentos provisorios y que nos fuéramos", expresó Laura.
Según relató, no recibieron asistencia básica ni ayuda para comunicarse con familiares, algo que finalmente lograron gracias a una conocida en Mendoza.
La familia pudo regresar a la provincia en micro cerca de las 21.30. Pese a la traumática experiencia, Laura destacó la solidaridad de ciudadanos chilenos y mendocinos que colaboraron para que pudieran volver. "Gracias a la generosidad de muchos desconocidos, familiares y amigos, pudimos regresar a Mendoza", señaló.
Consultada sobre la posibilidad de volver a viajar a Chile, fue contundente: "Íbamos tres o cuatro veces al año, nos gustaba mucho, pero ahora no creo que sea posible. Nos quedó una sensación muy fea".
Otro mendocino, Sergio, relató un episodio similar ocurrido en febrero pasado, cuando regresaba a Mendoza. Su vehículo fue interceptado violentamente en una salida de la Ruta 5, en dirección a Curicó.
"Nos interceptaron, se nos cruzó un vehículo y se bajaron dos personas armadas muy violentas. A mi mujer la bajaron y le pegaron un culatazo en la cabeza. Fue grave, le abrieron la cabeza", relató.
Sergio también cuestionó la respuesta de las fuerzas de seguridad: "Los Carabineros se demoraron muchísimo en llegar, más de media hora". Su pareja debió ser hospitalizada al regresar a Mendoza para recibir atención médica.
La reflexión final fue tan dura como resignada: "Si me preguntás si volvería a Chile, en estas condiciones no me interesa. Es una lástima, porque es un país muy lindo para visitar".
Mientras las autoridades chilenas anunciaron un plan de seguridad para la temporada de verano enfocado en los principales destinos turísticos de playa, los asaltos a mendocinos continúan ocurriendo en rutas y accesos a ciudades, zonas donde la presencia policial es prácticamente inexistente.
Los ataques no solo afectan a automovilistas particulares, sino también a colectivos y camiones que transitan por corredores de alta circulación.
"Lamentablemente, el Gobierno chileno no actúa y estas zonas son percibidas como tierra liberada", coinciden las víctimas.
Ante este escenario, el llamado es a extremar las precauciones para quienes planean cruzar la cordillera y a que las autoridades de ambos países avancen en mecanismos de seguridad binacional que garanticen la protección de los viajeros.
