·  
Mendoza
clima
29°C

Locales Espiritualidad

Cuando el silencio habla: la experiencia ignaciana que crece en Mendoza y se expande por las redes

Los Retiros Cotidianos de Silencio anuncian la creación de un canal oficial de WhatsApp, que permitirá continuar la formación, compartir materiales, oraciones y propuestas de silencio contemplativo

Viernes, 5 de Diciembre de 2025

En medio del vértigo cotidiano, donde el descanso profundo parece un lujo y el silencio una rareza, una propuesta espiritual empieza a tomar fuerza en Guaymallén. Cada semana, en la Capilla Jesús Nazareno, los Retiros Cotidianos de Silencio ofrecen un espacio para reencontrarse con Dios, pero también -y quizá primero- con uno mismo. Allí el objetivo no es hacer más, sino hacer pausa; no hablar, sino escuchar. Se trata de una experiencia que crece y que ya transita su segundo ciclo anual desde abril de 2025.

El programa está inspirado en los Ejercicios Espirituales de San Ignacio de Loyola y propone dos modalidades de acompañamiento. La principal, Ejercicios en la Vida Cotidiana, invita a dedicar una hora diaria de oración personal en el hogar, con seguimiento espiritual semanal. Guiados por la Escuela de Formación Ignaciana (EFI) y supervisados por el padre Juan Berli SJ, quienes participan trabajan el discernimiento, la ordenación afectiva y la búsqueda de Dios en medio de la rutina.

MDN

Sin embargo, se avecina un cambio importante: los encuentros presenciales entrarán en receso hasta los primeros meses de 2026. Lejos de significar una pausa total, esta transición se convierte en una oportunidad para expandir la experiencia. Como novedad, se anunció la creación de un canal oficial de WhatsApp, que permitirá continuar la formación, compartir materiales, oraciones y propuestas de silencio contemplativo. Será un espacio activo y permanente, que seguirá funcionando aún cuando los encuentros físicos regresen.

El proyecto bebe de fuentes antiguas pero siempre actuales: los Padres del Desierto, los místicos de la Iglesia Católica, la sabiduría contemplativa y el enfoque psicológico que ya esbozaban los primeros referentes de la patrística. Un camino que se apoya en la quietud, la escucha interna y la sanación espiritual como procesos transformadores. Una invitación, en tiempos de ruido, a volver a escuchar -y escucharse- con profundidad.