Las cifras muestran que las arcas mendocinas se estabilizan, pero no se recuperan tras la crisis económica. Incluso los más optimistas en el Ministerio de Hacienda aspiran a un equilibrio que mantenga este repunte y aumente la recaudación impositiva provincial, sin hablar de una recomposición.

La coparticipación influye en el aumento de la recaudación. Aunque Mendoza depende menos de estos fondos nacionales que otras provincias, su incremento impacta positivamente en las cuentas locales. Un 60% de la recaudación mendocina proviene de impuestos nacionales y un 40% de tributos provinciales.

Entre enero y junio, los ingresos nacionales crecieron un 5%, impulsados por el IVA, mientras que el Impuesto a las Ganancias se redujo. En contraste, la recaudación impositiva provincial cayó un 1% real, debido a la disminución del 4% en Ingresos Brutos, el principal tributo local.

El gobierno atribuye esta caída a la menor base imponible, resultante de la reducción en la percepción de intereses por parte de los establecimientos financieros, vinculada a la disminución de operaciones de crédito con el Banco Central. La baja de alícuotas decidida por el gobierno provincial también contribuyó, aunque en menor medida.