Previo al comienzo del segundo tiempo del duelo válido por la fecha tres del Torneo Apertura de la Liga Profesional, el juez de línea recibió el impacto de un objeto que le generó un corte en la frente, arrojado por un simpatizante del "Tomba".
Antes de que comenzara el segundo tiempo entre Godoy Cruz y Talleres de Córdoba, un hincha del conjunto mendocino le tiró un proyectil a uno de los jueces de línea y el árbitro Yael Falcón Pérez decidió suspender el partido.
El asistente Diego Martín sufrió un fuerte golpe en su cabeza: le arrojaron un tubo que le cortó la frente. Además, inmediatamente se le hinchó la frente y el árbitro principal decidió terminar el encuentro a falta de 45 minutos.
Tras los testimonios del presidente del "Tomba", Alejandro Chapini y el director técnico de Talleres, Alexander "Cacique" Medina, el club mendocino emitió un comunicado oficial sobre lo sucedido.
"Repudiamos enérgicamente cualquier acto de violencia que atente contra la esencia del fútbol como deporte y espacio de encuentro. Nuestro compromiso es con el juego limpio, el respeto y la seguridad de los protagonistas y asistentes a los eventos deportivos. Trabajaremos en conjunto con las autoridades competentes para esclarecer lo sucedido y tomar las medidas necesarias para que hechos como este no vuelvan a repetirse", destacó el club en un comunicado oficial difundido pasadas las 23 de este martes.
El Cacique Medina, entrenador de Talleres, aseguró: "Muy lamentable lo sucedido porque venimos a jugar al fútbol, pero la integridad del árbitro estaba afectada. No estaba en condiciones de seguir jugando".
En otro sentido, Ernesto Pedernera, director técnico de Godoy Cruz, opinó: "Estoy lejos de la acción, entiendo que existió la agresión, pero también entiendo que se decidió de forma precipitada".
En mayo de 2024, Godoy Cruz recibió en Mendoza a San Lorenzo. En la previa de aquel encuentro, el micro que llevaba al plantel del Ciclón había recibido un piedrazo que rompió una ventanilla y hubo heridos.
Durante el juego, se habían dado enfrentamientos entre hinchas del conjunto mendocino que detuvieron el partido en varias oportunidades con la Policía y Nazareno Arasa también había decidido suspenderlo.
En aquella oportunidad, Godoy Cruz recibió una dura sanción y el partido se completó casi cinco meses después, ya que ambos equipos tenían otros compromisos y en el medio se había jugado la Copa América.