La feria judicial de enero ha dejado prácticamente paralizadas las actividades del Poder Judicial de Mendoza, afectando miles de expedientes en todos los fueros. Durante este período, que se extiende hasta el lunes 3 de febrero, solo se han mantenido guardias mínimas para atender urgencias, mientras que la mayoría de los procesos judiciales quedaron en suspenso.

Las denominadas "vacaciones" en el Poder Judicial, que se repiten cada año en enero y en julio, generan una ralentización en la resolución de causas. Sin embargo, ciertos expedientes continúan su curso, especialmente aquellos que involucran detenidos sin prisión preventiva o casos con pruebas urgentes.

Desde la fiscalía de homicidios informaron que las investigaciones con personas detenidas seguirían su proceso, asegurando las audiencias necesarias a cargo de los fiscales de turno, Andrea Lazo y Carlos Torres. Una dinámica similar se implementó en otras fiscalías, particularmente en causas complejas que requieren producción de pruebas en plazos específicos.

Para evitar un colapso total del sistema, cada fiscalía y juzgado contó con personal de turno, garantizando la atención de situaciones que no podían postergarse. No obstante, la falta de actividad plena en los tribunales genera incertidumbre en abogados y ciudadanos que dependen de la resolución de sus expedientes.

Con la reactivación total del Poder Judicial el 3 de febrero, se espera una avalancha de trámites y audiencias postergadas, lo que podría generar demoras adicionales. Este contexto reabre el debate sobre la necesidad de modernizar y agilizar el sistema judicial para evitar estos parates que afectan a miles de ciudadanos.