Era providencial sumar de a tres. Barracas , en su objetivo de salir del fondo del torneo y mantener cierta esperanza de llegar a los puestos de copas. Independiente Rivadavia , con un margen mucho más acotado, en la siempre temida pelea por la zona baja tanto en la tabla anual como en los promedios. Pero sus necesidades no se vieron reflejadas en el juego, ni en el resultado: fue un pobre 1 a 1 .

De movida, el trámite fue acorde a la actualidad de cada uno. Claro, porque en el afán de querer sumar, los dos equipos buscaron cuidarse en el fondo y lucirse en las escasas oportunidades que se les presentaban . Y con esa fórmula fue que la Lepra llegó a la ventaja: centro picante de Sebastián Villa que derivó en un gol en contra por parte de Gonzalo Goñi.

El poco tiempo que estuvo arriba en el marcador no fue motivo para que Independiente dominara el partido. A partir de la velocidad de Villa y el ingenio de Sequeira de tres cuartos en adelante, los de Alfredo Berti encontraron algunos movimientos interesantes en ataque, pero estuvieron lejos de ampliar la diferencia. Aún así, sobre el cierre de la primera parte, en la práctica de lo impensado, Javier Ruiz agarró una pelota perdida, metió un derechazo inatajable y puso el empate.

El Guapo y la Lepra quedaron a mano en el Bajo Flores (Prensa Barracas Central)El Guapo y la Lepra quedaron a mano en el Bajo Flores (Prensa Barracas Central)

El segundo tiempo no distó mucho en su tónica. Incluso, con el pasar de los minutos, el juego comenzó a tornarse aburrido, con pocos pasajes de claridad y con tímidas insinuaciones . Ambos comenzaron a conformarse con el empate y ni las modificaciones pudieron torcer la ecuación. Una ecuación que dejó un resultado que no le sirve a ninguno en sus búsquedas para salir del fondo.