De cara a la carrera que será en noviembre, las consultas para asistir a San Pablo en Interlagos se han multiplicado.
La presencia del piloto argentino Franco Colapinto en la Fórmula 1 provocó un impacto sin precedentes en el turismo deportivo argentino. Las consultas para asistir al Gran Premio de Brasil en Interlagos se han disparado, registrando un aumento de 20 veces en comparación con años anteriores.
La carrera, que tendrá lugar el 3 de noviembre, se ha convertido en un evento imperdible para los fanáticos del automovilismo, impulsados por la participación del oriundo de Pilar. Este crecimiento en el interés no solo ha afectado a los aficionados individuales, sino también al sector corporativo.
Según Trinidad Taboas, de Lloyd agencia de viajes del Grupo Gaman, "el interés por el Gran Premio de San Pablo ha crecido exponencialmente. Estamos acostumbrados a vender paquetes para Miami y Abu Dhabi, pero la demanda para Brasil es impresionante este año". Además, grupos empresariales que estaban evaluando otras actividades en Estados Unidos han comenzado a considerar seriamente la opción de Interlagos como un destino para sus eventos.
La diversidad de opciones para asistir al evento también ha llamado la atención: los precios de las entradas varían desde los U$S 1.350 para accesos básicos, hasta los U$S 6.900 para quienes buscan una experiencia VIP en el Champions Club. Esto refleja la amplia gama de posibilidades, tanto para los seguidores más entusiastas como para aquellos que buscan un lujo adicional en su experiencia.
Sin embargo, el furor no solo se refleja en las entradas, sino también en el costo del transporte. Los vuelos a San Pablo han alcanzado los U$S 1.000 para las fechas cercanas al evento, aunque se pueden encontrar tarifas hasta un 50% más bajas para quienes tienen flexibilidad en sus agendas y pueden viajar fuera del periodo entre el 30 de octubre y el 5 de noviembre.