El incremento responde a la reducción en la oferta de hacienda. El sector ganadero advierte que la oferta podría reducirse aún más en 2025.
El precio de la carne vacuna en Argentina vuelve a estar en el centro de la escena. En las últimas semanas, los frigoríficos aplicaron un aumento del 7% debido a la menor disponibilidad de hacienda en el Mercado Agroganadero de Cañuelas (MAG). Esta suba ya comenzó a trasladarse a los mostradores, donde los consumidores podrían enfrentar incrementos de entre el 5% y el 10% en los próximos días.
"Se consolidó el precio de la hacienda en pie. Es posible que a partir del lunes se traslade ese aumento a los mostradores, en un porcentaje que irá del 5% al 10%. Veremos si el público convalida ese aumento", explicó Miguel Schiariti, titular de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (Ciccra).
Las carnicerías se encuentran ante una encrucijada: trasladar el aumento a algunos cortes mientras mantienen los precios de los más demandados para no perder clientes o absorber el incremento, una opción que no todos los comercios pueden afrontar.
El panorama para el año próximo tampoco es alentador. Desde el sector ganadero advierten que la oferta de hacienda podría reducirse aún más en 2025 como consecuencia de la sequía, lo que impactaría en la disponibilidad y el precio de la carne en el mercado.
A la par de los aumentos, el consumo de carne vacuna sigue cayendo en Argentina. Por primera vez en la historia, el pollo superó a la carne bovina en la preferencia de los argentinos: en 2024, el consumo promedio per cápita fue de 49,3 kilogramos de productos avícolas, contra 48,5 kilos de carne bovina, según datos del Departamento de Agricultura de Estados Unidos, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR).
Este nivel representa el consumo más bajo de carne vacuna en 28 años. Para ponerlo en perspectiva, entre 1950 y 1980, el promedio era de 84 kilos por persona al año.
A pesar de esta caída, Argentina sigue siendo uno de los países con mayor consumo de carne a nivel mundial. Sumando carne bovina, aviar y porcina, el país alcanza un promedio de 115 kilogramos per cápita, ubicándose en el segundo lugar global detrás de Estados Unidos (120 kg) y por delante de Australia (105 kg).
El desafío para el sector cárnico no solo será enfrentar la suba de costos y la menor oferta de ganado, sino también recuperar la preferencia de los consumidores, que cada vez más optan por alternativas más económicas y saludables.