El pulidor de pisos Roberto Bárzola trabajó en la casa de Nora Dalmasso al momento del crimen. Fue testigo en el juicio de 2022, pero ahora tiene otro rol.
Roberto Bárzola, el pulidor de pisos que estaba trabajando en la casa de Nora Dalmasso en días en que ocurrió el asesinato de la mujer, declaró este lunes ante la justicia de Córdoba en calidad de sospechoso por el crimen. "Siempre estuve tranquilo porque sabía que no había hecho nada", afirmó.
Bárzola habló públicamente en la puerta del edificio de la Cámara 1° del Crimen de Río Cuarto, donde declaró ante la justicia de Córdoba en un nuevo juicio por el asesinato de Nora Dalmasso, ocurrido el 25 de noviembre de 2006 en el country Villa Golf.
Tras declarar como testigo en un juicio realizado en 2022 por el mismo crimen, pero con su jefe, el parquetista Walter González, como acusado, Bárzola repitió esta semana su postura: que nunca trató con Nora Dalmasso sino con Marcelo Macarrón, esposo de la víctima y otrora acusado por su femicidio.
"No trataba con nosotros, mi patrón hablaba siempre con Marcelo", insistió Bárzola en referencia a cómo fueron contratados Walter González y él. "Solo hablé con ella la vez que me reprochó sobre el polvillo", comentó.
Pero el ADN de Bárzola fue identificado en el cinto de bata que alguien usó para estrangular a la mujer, por lo que el fiscal Pablo Jávega lo imputó por abuso sexual seguido de muerte. En principio no pidió su detención sino que es investigado.
Bárzola recordó este lunes que aquel 25 de noviembre esperó a su jefe en la entrada de la casa de Villa Golf y fue González quien se enteró de la muerte de Nora Dalmasso, aunque ese día no fue a trabajar.
"Mi patrón fue el que me contó", afirmó. Otro recuerdo de esa época para Bárzola fue cuando la Policía de Córdoba allanó su casa porque "buscaban un teléfono", pero agregó: "No me presionaron para que declare".
Pasado el shock inicial por el asesinato de Dalmasso, de 51 años, los obreros que hacían remodelaciones en su casa de Villa Golf retomaron su actividad.
"Volvimos a trabajar en la casa después del crimen, fue un momento de trabajo normal", agregó el ahora acusado por el crimen que sigue teniendo en vilo a Río Cuarto y a la justicia de Córdoba.
El fiscal Jávega explicó que a Bárzola "se lo llamó para que propusiera defensores y conociera los elementos en su contra", pero que el hombre "prefirió reservarse el descargo y abstenerse a declarar".