Julián Santero: "Franco Colapinto me llamó para felicitarme"
El piloto mendocino habló de todo tras su histórico logro en la categoría más tradicional del país. Repasó su carrera y el camino que lo llevó a la gloria.
Miercoles, 4 de Diciembre de 2024
Julián Santero (31 años) no se fue con la Copa de Oro del Autódromo Roberto Mouras. En las 48 horas posteriores a su consagración, solo la vio durante los ratos en los que dio entrevistas, como durante la hora que estuvo en la redacción de Clarín. Tiene una buena explicación: su socio desde hace un par de años, Mauricio Tucci, se llevó los trofeos de todos los podios a los que el mendocino se subió y la copa de campeón del Turismo Carretera no fue la excepción, aunque con una promesa: "Las va a tener hasta que yo termine mi museo, que voy a armar en Mendoza con todos los trofeos, los cascos, los buzos, y ahí me la tiene que devolver".
-¿Qué se siente ser campeón de TC? ¿Ya caíste?
-Me va a llevar unos días más todavía. Sé que soy campeón y ya llevo varios días recibiendo mensajes, festejando y todo. Pero todavía me falta ese momento de estar tranquilo en mi casa y procesarlo bien y terminar de caer. Se siente una alegría inmensa, un desahogo grande porque hace muchos años que vengo trabajando para esto.
-¿A dónde hay que remontarse para ver al Julián que soñaba con correr?
-Empecé con 7 años en karting, por mi viejo que corría en autos en Mendoza, en el zonal cuyano. El me compró el karting, me llevó a entrenar, me acompañó a todas las carreras que hice en karting, que eran casi todos los fines de semana por todos lados del país. Un tema muy sacrificado, ¿no? Porque mi papá y mi papá trabajaban. Terminaba el negocio a las 8 de la noche el viernes, nos subíamos a la camioneta, viajábamos toda la noche, al otro día a la mañana estábamos en Buenos Aires, Córdoba o en donde sea para el fin de semana de carrera. El domingo volvíamos a la tarde y el lunes ya estaban trabajando de vuelta en su negocio de autopartes. Ya más de grande en los autos de carrera lo mismo, pero con un presupuesto mucho más grande, tratando de juntar las publicidades, con mi viejo acompañándome siempre. Y después ya hubo como otra etapa de mi vida, que fue cuando me vine a Buenos Aires, a los 20, 21 años. Lo dejé a mi viejo encargado del negocio y de la familia y me empecé a manejar todo yo; prácticamente arranqué de cero. Vivía acá con un amigo que me prestó una habitación y ahí fui creciendo hasta que me pude mudar solo, hasta que me pude bancar una categoría solo, después me pude bancar dos, después me fueron contratando equipos y ya no tenía que juntar el presupuesto yo. Y bueno, todo eso es sacrificio. Y después en lo deportivo, que siempre tenés cosas lindas y feas, ¿no? Me tocó ganar y me tocó perder campeonatos. Me tocó...
-No correr...
-No correr. En 2019 no junté el presupuesto, no podía correr. Me tocó recibir órdenes de equipo, que también me acordaba, porque cuando arranqué hubo cosas un poco injustas para mí, como que vendan la butaca que era para mí al año siguiente, casi confirmado, y quedarme sin nada. Un montón de cosas que uno vive como deportista y se te vienen a la cabeza cuando tenés un logro tan importante.
-Sos el primer campeón mendocino del TC, pero ser de tan lejos también te sumó una complicación.
-Ni hablar. Bueno, por eso justamente también decidí venirme a vivir a Buenos Aires hace unos años y arrancar de cero. Lejos de mis amigos, perdiéndome un montón de cosas allá en Mendoza, lejos de mi familia. Que cuando está todo bien está perfecto, estás disfrutando, estás contento, pero cuando estás mal estás solo. Entonces ahí aparecen los momentos en los que muchas veces dije "bueno, me vuelvo a Mendoza y si no puedo correr dos categorías, correré una sola, pero estoy allá con mis amigos y mi gente querida". Pero por eso también vale la pena no haber bajado los brazos y hoy estar donde estoy.
Julián Santero está de festejo.
-¿Cómo fueron esos primeros años acá, llegaste con una mano atrás y una adelante?
-Fue literal así. Estaba en una zona linda, por suerte, porque estaba en Puerto Madero. Pero cuando yo me vine y capaz subía una foto en Puerto Madero ya la gente pensaba "se vino cómodo". La verdad es que estaba de prestado, no tenía ni para ir a comer. Me bancó Pablito Melillo, un amigo, y estuve un año y medio viviendo con él hasta que más o menos pude alquilar un departamento y me fui a vivir a Villa Crespo. Siempre tuve, por suerte, gente que me fue ayudando, que fue colaborando con algún contacto, como con esto del hospedaje. Hubo varias personas importantes que me fueron abriendo puertas. En ese momento corría TC Mouras, que por suerte salí campeón el primer año, hacía Turismo Nacional. Después hice TC Pista y TN también, pero a mitad de año me quedé sin presupuesto y me tuve que bajar. En 2017 volví al Turismo Nacional ya contratado, digamos que ya no tenía que juntar el presupuesto, así que eso fue también una parte linda de mi carrera. Me había quedado en su momento sin butaca en TC2000, estuve cuatro años sin poder correr, y después me volvió a contratar Toyota y estuve ocho años con ellos. Así que, nada, los altibajos y todas las cosas pasan por algo y por ahí estás dos años mal porque pasó algo malo y después cuando te pasa algo bueno decís "todo valió la pena, todo se acomodó", y eso tenía que pasar para aprender.
-¿Cómo cambia para el piloto dejar de ser el que tiene que buscar plata a ser contratado?
-Creo que ahí está el el cambio más grande para un deportista, por lo menos en el automovilismo, porque el trabajo y el tiempo que te lleva juntar el presupuesto es enorme y no le podés dedicar tiempo a entrenar, ni a estar en contacto con tu equipo y con tu ingeniero, ni estar arriba del motorista para que esté funcionando todo bien. Cuando el presupuesto deja de ser un problema, le dedicás todo ese tiempo a lo deportivo y ahí es donde vienen los mejores resultados, donde vos mejor físicamente estás. Creo que ahí se arma una bola de nieve a favor, porque mientras mejores resultados deportivos tenés, el presupuesto se junta más fácil. Y así vas creciendo. Pero al principio cuesta muchísimo.
-Franco Colapinto contaba en 2023 lo contento que estaba porque tenía asegurada toda la segunda temporada en Fórmula 3 porque había juntado el presupuesto. También está eso antes de ser contratado, el no saber hasta cuándo vas a poder competir.
-Sí, es complejo. En los inicios, que es el mismo ejemplo que acabás de dar de Franco de Fórmula 3, por ahí no tenés confirmada toda la continuidad entonces tu cabeza no está puesta al 100% en lo deportivo, sino que está puesta en decir hasta dónde correré, si no tengo los resultados deportivos que necesito, no voy a tener la continuidad con el presupuesto. Creo que esa es la parte más compleja del deportista, pero creo que todo sacrificio al final después vale la pena. A Franco le tiene que haber pasado lo mismo. Se fue muy joven de acá, vivió solo, vivió en una fábrica de karting y la debe haber pasado mal, seguramente, estando lejos de la familia, estando lejos de los amigos. Pero hoy sentado en un Fórmula 1 debe decir "bueno, valió toda la pena", ¿no? Y esa creo que es la clave de poder disfrutar cuando las cosas salen bien.
-De hecho, el domingo Colapinto fue uno de los que te mandó mensaje.
-Sí, me felicitó el domingo, cosa que valoro mucho porque él estaba con la carrera de Fórmula 1 en Qatar y tiene el celular explotado, está con miles de compromisos y bueno, así y todo todo se tomó un par de minutos para para conversar conmigo y felicitarme.
La relación con Colapinto
Diez días antes de convertirse en piloto de Fórmula 1, Franco Colapinto acompañó a Julián Santero en el box del Gálvez. "Ya me había avisado que iba a la carrera y quedamos en encontramos ahí un poco a escondidas porque, si bien no era piloto de F1 todavía, era de Fórmula 2, pero ya la gente le pedía fotos y lo reconocía, por supuesto. Entonces iba a ser un momento complejo si sabían que estaba ahí. Pero también se hizo el tiempo de pasar a saludar, estar un rato conmigo, nos sacamos una foto. Después fuimos a cenar en Madrid, que yo justo tenía un viaje programado y coincidimos ahí. A la semana, se confirmó que subía a Fórmula 1", cuenta ahora el campeón.
-Le diste suerte...
-Sí, ponele. La suerte la consiguió él y gracias a todo el laburo que hizo durante años. Pero fue justo ahí, casualmente, una semana antes.
-¿Cuando se conocieron ustedes o por qué?
-La verdad es que no somos contemporáneos; le llevo 10 años a Franco. Sí en karting lo alcancé a ver un poco. Había tenido un par de conversaciones con Aníbal, el padre, y nos conocíamos más que nada un poco a la distancia. Él sabía que yo corría en autos, miraba las carreras. Yo en el karting también sé quién funciona bien, quién está andando, quién sale campeón argentino, se conoce en el ambiente. Pero después fuimos intercambiando mensajes, lo fui siguiendo desde que se fue, desde que arrancó en Fórmula 4, Fórmula 3. Siempre estoy muy atento a los argentinos que están en el exterior, no solo con Franco, sino con todos. Intento ahí mandarles un mensajito de apoyo y con él fuimos intercambiando así, nos vimos un par de veces cuando vino acá y quedamos con una excelente relación. Pasó lo de agosto, cuando vino a la carrera de Buenos Aires y después vernos en Madrid y después nada, creo que pegamos muy buena onda porque conversamos de cosas divertidas, no tanto de lo deportivo. Como que tenemos una relación un poco distendida en ese sentido y no lo pongo en ningún compromiso. No le pregunto nada de lo deportivo porque mucha gente como sabe que habla a veces me dice "¿y qué va a hacer el año que viene?". Digo: "No sé porque ni le pregunté. No lo quiero poner en ese compromiso". Entonces, capaz por eso se siente cómodo e intercambiamos un par de mensajes.
Por primera vez un mendocino consigue un título del TC.
-Vos no fuiste por ese camino de la fórmula. ¿O lo intentaste?
Hice fórmula en Argentina nada más. Hice Fórmula Renault Plus, que fui campeón, y fui campeón de la Fórmula Renault 2.0. Me hubiese encantado irme a Europa. Fue y es mi sueño. Obviamente no es la Fórmula 1 ahora, porque sé que con la edad que tengo ya no lo podría hacer. Pero siempre fue un sueño pendiente que tuve de poder estar en Europa o en Estados Unidos corriendo porque tuve la oportunidad de ir a Daytona a correr un par de veces y soy muy seguidor de las categorías internacionales y me encantaría en algún momento poder correr afuera. No tuve la posibilidad económica ni quizás tampoco quise hacer el esfuerzo de irme solo ey intentarlo allá. Era una situación compleja. No es que me arrepienta, pero creo que los chicos más jóvenes tienen que que intentarlo. O sea, si yo hoy tuviese 20 años de vuelta capaz que en vez de venirme a Buenos Aires, me voy directamente a Europa o Estados Unidos a intentarlo allá.
-¿Tenías alguna opción de alguien allá que te pudiera recibir?
Nadie, nadie, nadie. No tenía un presupuesto para irme ni siquiera a un departamento allá, no tenía ni para alquilar en Buenos Aires, imaginate. Así que en ese sentido la tuve un poco más difícil. Pero creo que hoy los pilotos de karting, los chiquitos, tienen que crecer con esa mentalidad de intentarlo afuera. Y que, no digo que sea fácil, porque obviamente es súper difícil, pero si Franco lo logró, creo que ese es el objetivo que tienen que intentar seguir todos.
-¿Se nota un cambio en los chicos?
Yo creo que sí. Hace un par de años les preguntabas a los más chiquitos cuál era su sueño y era correr en Turismo Carretera, que está perfecto y es el mismo que tuve yo y que lo cumplí y cumplí el de ser campeón hace dos días. Pero hoy, viendo a Franco, los chicos quieren correr Fórmula 1. Después, por supuesto, es súper difícil y es lo que acabo de decir: es súper complejo, tenés que cumplir un montón de requisitos, pero sueñan con la Fórmula uno porque lo ven a Franco y creo que eso también está bueno.
Sigue con Ford pero cambia de equipo
-¿Qué tiene de especial ser el campeón del TC?
-Creo que es una categoría en la que todos queremos ser campeón, porque están los mejores pilotos, los mejores conjuntos, los mejores equipos. Es el campeonato más difícil de lograr de la República Argentina. Y eso creo que hace que sea tan especial. Después, el reconocimiento del público, por supuesto. La cantidad de gente que hay en cada carrera y también la que hubo en la carrera de definición en La Plata, pese a la lluvia y al mal clima. Y también lo ves en las redes sociales, en los mensajes que recibís. La cantidad de gente pendiente del TC que hay es increíble y eso creo que lo hace especial.
-¿Cómo manejás el reconocimiento después de ser campeón?
-Todavía no he podido casi ni responder. Respondí a dos o tres de familiares o amigos muy cercanos pero después tengo que tener algún tiempo para responder todos los mensajes. También quiero sentarme a ver la carrera y los festejos, cómo lo vivió el público desde la televisión. Y quiero estar solo para disfrutar ese momento. Creo que es parte de ser campeón de TC la cantidad de comentarios y mensajes en las redes sociales. Así que disfrutando los mensajes lindos y agradeciéndolos. También hay feos porque por supuesto hay hinchas de Werner y de otras marcas, es parte del folclore y de la rivalidad que hay en el TC. Pero hay que saber disfrutar las cosas buenas y las malas también.
Julián Santero.Julián Santero.
-O sea que no viste la carrera todavía.
-No, no la vi.
-¿Y qué ves cuando ves la carrera después?
-La verdad es que no suelo ver las carreras, no es algo que me guste. Pero ésta que hay un festejo, que estamos todos con mucha emoción, que quiero ver a quién entrevistaron, a quién le pusieron el micrófono, qué dijo. Eso sí lo quiero ver y creo que vale la pena dedicarle un par de horitas.
-¿Por qué?
-Porque me gusta ver desde otro punto de vista lo que pasó el fin de semana. Porque obviamente tengo el recuerdo de cómo lo viví yo pero quiero ver cómo se vio desde la televisión. Cómo era el relato de esa última vuelta. Cómo se vivía en boxes la situación cuando yo estaba en pista. Todas esas cosas que uno no ve desde arriba del auto de carreras.
-¿Y cómo se vio desde arriba del auto esa última vuelta?
-Una mezcla de emociones. Un poco de nerviosismo porque sabemos que son autos de carrera y puede pasar cualquier cosa, por ahí faltando 200 metros se puede parar. Por otro lado, alegría y emoción, controladas por supuesto porque hasta que no se baja la bandera a cuadros no querés ni pensar en el festejo, pero sí se te van cruzando pensamientos, te vas acordando de cosas que hiciste, sacrificios, momentos lindos, momentos malos y todos se te vienen a la cabeza. Y también después de que se baja la bandera, el desahogo de tantos años de trabajo y más del fin de semana, porque fue un fin de semana muy estresante y con mucho nerviosismo, por eso cuando se baja la bandera a cuadros desahogarte con toda esa emoción es la parte más linda.
-¿Y el año que viene qué? Porque vas a cambiar de estructura obligado...
-Hay que cambiar de equipo. Y tengo varias opciones, por suerte. Eso habla bien de mí y de todo el grupo que me acompaña. Voy a seguir trabajando comercialmente con Mauricio Tucci. Va a seguir haciendo el motor de Mauri Candela. Pero el equipo cierra sus puestas. El LCA Racing cierra sus puertas, así que tenemos que buscar una nueva estructura con auto y con la atención de ese auto. Es la cuarta pata de la mesa. Yo siempre digo que están el piloto, los sponsors / la parte comercial, el motor y el auto con la atención. Así que nos falta hoy una pata de la mesa importante, pero creo que vamos a encontrar una buena opción para el año que viene defender el 1.
-Con Ford...
- Sí, porque hubo rumores de cambio de marca y la verdad es que estoy cómodo. Lo digo y no tengo problema en aclarar que no crecí siendo fanático de Ford, incluso me tocó correr con Chevrolet en un momento de TC Mouras y TC Pista. Después casi corrí con las tres marcas en el TC, pero la verdad es que la hinchada de Ford me ha aceptado muy bien y y me trata muy bien en cada carrera, se acercan, saludan. Creo que eso es lo más importante, que hoy me toca correr con Ford y lo defiendo a morir. Y si no gano yo el campeonato quiero que gane un Ford. Pero bueno, no crecí siendo fanático de la marca y no voy a decir otra cosa para quedar mejor con el público. Voy a ser realista, como soy siempre.
-Y después de ser campeón, ¿qué se busca, qué se quiere?
-Y otro campeonato. Es la única manera de mantenerme motivado, digamos, porque no se me pasaría por la cabeza ponerme como objetivo terminar el año que viene entre los cinco. No, el año que viene quiero ser campeón de vuelta y creo que eso va a ser lo que me motive a entrenar en la pretemporada, a seguir cuidándome con las comidas, a yo estar al 100. Y también a motivar al equipo a que haga lo mismo. A Mauri Candela con el motor, a los sponsors que nos apoyen bien para que no nos falte nada en el auto, al equipo, que sea cual sea, que estén todos los detalles para que tengamos confiabilidad y tengamos un buen rendimiento y y veremos el año que viene de qué manera defendemos el 1.
Papelitos Gate: "La única opción que tenemos de ahora en adelante es que el público no pueda invadir la pista"
La del domingo en La Plata no fue la primera definición con polémica del TC. Los papelitos que los mecánicos de Mariano Werner sacaron de la toma de aire del Ford Mustang antes de la largada abrieron una investigación dentro de la ACTC y un pedido de los pilotos de una sanción ejemplar para que no vuelva a suceder una invasión de hinchas en la recta principal.
"Creo que es una situación fea para el automovilismo, para el deporte en general. Por supuesto, para Mariano y todo su equipo y su entorno, no se merecían lo que pasó con dos o tres personas ajenas al deporte porque yo considero que la gente allegada al deporte tiene valores y códigos y sabe lo que cuesta estar en una definición de campeonato. Es una lástima para el deporte, para Mariano y para nosotros también porque toda la definición se vio un poco manchada por eso", explicó.
-¿Qué hacer con los hinchas que invaden?
-Es peligroso, es peligroso y más teniendo en cuenta lo que pasó el fin de semana me parece que la única opción que tenemos de ahora en adelante es que el público no pueda invadir la pista, ¿no?. En ningún momento. Porque previo a la carrera puede pasar lo que pasó y post carrera creo que es inseguro también, porque los autos vienen con un desgaste grande, puede haber cualquier falla mecánica y podés lastimar a alguien que está ahí cerquita de la pista. Lamentablemente, como suele pasar muchas veces, por dos o tres personas que no se supieron comportar, no tuvieron códigos e hicieron algo con mala intención se van a ver perjudicados un montón de fanáticos del TC que seguramente les encanta estar cerca del auto. Pero es la única opción que veo. Porque esto no lo podemos permitir que pase más. Ni Mariano ni ninguno de los otros casi 50 pilotos que corremos en TC no nos merecemos que pase eso nuevamente, creo que va a ser la única opción.
-Además de los que se meten en la pista por una falla en la seguridad, están aquellos que pagan un ingreso a boxes. En el fútbol no entrás al vestuario. ¿Eso también se debería revisar para vos?
-Es un tema complejo porque sin dudas es el deporte en el que más cerca estás del deportista: la gente paga una entrada y cuando termina la actividad se liberan los boxes y puede entrar todo el mundo y los pilotos están obligados a estar sacándose fotos y firmando autógrafos con el público. Cosa que en otros deportes no pasa: en el fútbol no se ve que abran la tribuna y baje la hinchada y estén los futbolistas ahí. No pasa ni en el rugby, ni en el básquet ni en el tenis. Pero, bueno, ya es una tradición del Turismo Carretera, que el público tenga esa llegada siempre y cuando se sepa comportar. Porque ha pasado, ha habido situaciones de muchas faltas de respeto; me ha pasado a mí, le habrá pasado a cualquier de los pilotos que estamos ahí, que viene alguien de otra hinchada, te insulta, te molesta. Es complejo. Porque obviamente me encantaría poder estar ahí y que sea todo un ámbito de respeto pero no siempre es así. Es un poco compleja la situación.
El lado B de Santero: de turista en Mendoza y amante de los deportes extremos
-¿Sacando el lado el automovilismo, ¿qué le gusta a Julián Santero, qué hace en su tiempo libre? ¿O estás todo el tiempo viendo carreras?
-No, soy muy poco de ver carreras de autos. Sigo muy pocas páginas de automovilismo, real, en la semana intento desconectarme. El automovilismo es mi pasión y es mi trabajo. Y cuando es tu trabajo, creo que no sé si estás todo el día pendiente de eso. O sea, en algún momento quiero desconectar, quiero disociar un poco de eso y quiero estar con mis amigos hablando de sus cosas, de cómo les va en su trabajo, de cómo les va en su día a día, disfrutar con otras cosas. Me gustan los deportes, me gusta, no sé, hacer esquí en la nieve, me gusta hacer wake en el agua, me gusta andar en moto de motocross. Son todos deportes un poco complejos que veo cuando hacerlos, porque son de riesgo pero son divertidos y me gustan y siempre también los comparto con diferentes grupos de amigos. Cuando voy a esquiar voy con un grupo, cuando voy al río a hacer wake voy con otro, en motocross ando con otro. Entonces, tengo tengo un grupo de amigos para cada deporte.
-Y encima en Mendoza tenés todo eso para hacer.
-Tengo todo. Y amo ir a Mendoza. Ahora voy en modo turista porque recorro bodegas y hago cosas que en 20 años que viví ahí no las hice nunca. Y es una provincia que amo, que me encanta, que por supuesto tengo un montón de amigos, que me levanto, voy a un café y hay diez personas del automovilismo entonces charlamos un rato, después me voy con otro grupo de amigos y la verdad que disfruto mucho ir a Mendoza.
-En unas horas vas a estar en Mendoza, vas a ver a tus amigos, pero hay una persona que te está esperando, no que no estuvo el fin de semana en La Plata, tu papá, Luis.
-El domingo me mandó un audio, súper emocionado apenas terminó la carrera. Después hablé con él y lo tiene que haber sufrido un montón. Después voy a preguntar porque él no me dice mucho. Le voy a preguntar a los amigos que comieron y que estuvieron viendo la carrera con él, que algo ya me comentaron, pero sí, los nervios estuvieron. Creo que fue una buena elección no haber estado en el autódromo, porque con la lluvia, con todas las corridas, los gritos que habían en el box era una situación bastante estresante, así que espero que no haya sufrido tanto y la haya disfrutado.