Como también suben los títulos CER, la llamada "inflación breakeven" entre ambas curvas osciló bastante a lo largo de la rueda. Hubo una fuerte compresión de las expectativas implícitas para el período que va de acá a las elecciones.
La otra cara del salto en las cotizaciones de la deuda en pesos a tasa fija es el optimismo del mercado respecto del sendero de desaceleración de la inflación. La expectativa implícita en el valor de los títulos públicos sigue en baja y ya se acerca a un promedio del 2% mensual para el período que va de acá a las elecciones legislativas.
Embarcados en las apuestas al "carry trade", los inversores compran el escenario de fuerte desaceleración de la inflación durante los próximos meses que promueve el Gobierno. Es así que, tras la señal que envió el Ministerio de Economía el viernes al no incluir en el llamado a licitación de este martes ningún instrumento a tasa fija, se recalentó aún más la ya intensa demanda de Lecap y Boncap durante la rueda de este lunes.
Las subas fueron generalizadas en toda la curva de tasa fija, pero los saltos principales se dieron en el tramo más largo, donde hubo subas de hasta el 3%. Esto reforzó la inversión de la curva: rinden más las letras cortas que las largas. Esto refleja que los inversores esperan que la inflación siga en baja y, en ese marco, que las tasa sigan un sendero descendente a futuro.
En definitiva, estos movimientos generaron una fuerte caída de las expectativas de inflación implícitas en las cotizaciones de los títulos soberanos en pesos. Se trata de la llamada "inflación breakeven", que surge de comparar las cotizaciones y rendimientos de los instrumentos a tasa fija con los indexados por CER y establecer como "punto de equilibrio" el nivel de IPC necesario para que ambas inversiones "salgan empatadas".
En diálogo con Ámbito, el economista Salvador Vitelli, de Romano Group, calculó que la "inflación breakeven" bajó hasta un punto y quedó a punto de tocar el 2% mensual como promedio de acá a las elecciones de medio término (hasta acá rondaba el 2,5%). En concreto, con los valores vigentes a las 15:00 del lunes, estimó que la expectativa implícita era del 2,3% para octubre, del 2,2% para noviembre y diciembre; del 2,6% para enero, y del 2,1% desde febrero hasta octubre de 2025.
Los números muestran una tendencia clara a la baja de las expectativas de los inversores. Y trazan un escenario mucho más optimista que el que plantearon los consultores de la city en el último Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM) del BCRA. La mediana de las proyecciones del último REM (recabadas a fines de septiembre y publicadas a principio de octubre) marcaban un sendero oscilante para el IPC en un rango de entre 3,6% y 3% de acá a marzo de 2025.
Lo cierto es que, según marcaron distintos traders, hubo subas considerables tanto en CER como en Lecap y Boncap, por lo cual hubo oscilaciones significativas en los breakeven a lo largo de la rueda. De todas maneras, la coincidencia es que el optimismo invadió el ánimo inversor y redundó en estos movimientos de las cotizaciones.
Si bien la tendencia venía desarrollándose durante las últimas semanas, lo cierto es que este lunes el apetito terminó de dispararse luego de la señal enviada por Luis Caputo al mercado. El viernes, una vez cerrada la operatoria, Economía publicó el llamado para la licitación de deuda en pesos de este martes, en el que no incluyó ningún instrumento a tasa fija, que ya venían muy demandadas por las apuestas al "carry trade". En cambio, solo ofreció cuatro bonos atados a la inflación (Boncer).
En la city se interpretó la decisión de no incluir Lecap ni Boncap como un mensaje de que el Gobierno no convalidaría las tasas que había en el mercado secundario al cierre de la semana pasada, incluso a pesar de que ya habían comprimido bastante. ¿Por qué? "Porque quieren dar la señal de que la inflación seguirá desacelerando y que, entonces, van a volver a colocar tasa fija cuando los rendimientos recortaran aún más", le dijo un operador a Ámbito. El mercado respondió a ese estímulo.
"Al no ofrecerse nada de tasa fija en la licitación, el mercado hoy salió a buscar esos instrumentos en el mercado secundario lo que originó la suba. Es lo que buscaba el Gobierno ya que, como es un vencimiento chico, buscaba que las tasas de Lecap y Boncap compriman lo máximo posible para tener un nivel de referencia en las próximas licitaciones que sí son más abultadas (en noviembre vencen $8 billones). De esta forma, las Lecap largas y Boncap marcaron subas de casi 3%", destacó Nicolás Cappella, sales trader de IEB.
Y agregó: "Por el lado de los CER, habíamos empezado a notar algo más de interés el viernes. Hoy se vio mucho más notorio. Lo cual también es lógico ya que, ante una suba tan grande la tasa fija, los bonos CER van quedando desfasados. Para poner en contexto, un spread de CER+13% es lo que teníamos en niveles de la renuncia de (Martín) Guzmán. Por lo tanto, la curva CER, para mediano plazo, creemos que ofrece valor a estos niveles".