La administración del gobernador ultra kirchnerista fue una de las más costosas y negligentes de la historia del país.
La gestión desastrosa del ultra kirchnerista Axel Kicillof como ministro de Economía de Cristina Kirchner fue, sin duda, una de las más costosas y negligentes de la historia de Argentina.
El impacto de sus desastrosas decisiones dejó una factura de 41.624 millones de dólares que todavía sigue pesando sobre los hombros del país, producto principalmente de sus caprichos ideológicos.
Kicillof pretendió mostrarse como un negociador firme en la expropiación de YPF, llegando a amenazar que sería Repsol quien debería compensar a Argentina. ¿El resultado? 5.000 millones de dólares pagados por la mitad de una empresa que ya era nuestra. Este "triunfo" le costó al país una suma que podría haberse evitado.
Lejos de buscar un acuerdo con los acreedores, Kicillof optó por una postura combativa y dilatoria ante el juez Griesa en los tribunales estadounidenses.
Su actitud arrogante no sólo prolongó la resolución del conflicto, sino que terminó con una condena firme que triplicó el valor original de la deuda, generando una obligación de 12.627 millones de dólares para Argentina. Este resultado catastrófico no fue más que el fruto de una irresponsabilidad ideológica que arrastró al país a un callejón sin salida.
Kicillof se jactaba de "pelear por la soberanía económica", pero cuando llegó el momento de renegociar la deuda con el Club de París, su desempeño fue pésimo.
No sólo no cuestionó los 3.633 millones de dólares en intereses punitorios, sino que aceptó sin discutir los términos impuestos sobre una deuda de 4.955 millones de dólares. Este tipo de negociaciones demuestran la inoperancia y falta de visión de Kicillof para proteger los intereses de la nación.
Durante su gestión en la provincia de Buenos Aires, su negligencia no fue menor. En lugar de defender a los bonaerenses, aceptó todas las condiciones de los bonistas, llevando el total de pagos en los primeros 10 años de 3.860 millones de dólares a 6.624 millones.
Esto no es más que otra muestra de cómo Kicillof, lejos de gestionar con responsabilidad, priorizó su imagen política y dejó que la deuda provincial se duplicara, perjudicando el futuro de millones de argentinos.
El juicio por daños y perjuicios derivados de la expropiación de YPF sigue su curso, pero ya existe una condena que representa un nuevo golpe para el país: 16.100 millones de dólares. Esta cifra monumental es una directa consecuencia de la expropiación de Kicillof, quien nuevamente prefirió actuar con sus caprichos ideológicos.
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El último "regalo" del actual gobernador de la provincia de Buenos Aires fue sobre la causa "cupón PBI" que se litiga en Reino Unido, donde Argentina obtuvo un fallo desfavorable.
El fracaso en los tribunales de Londres y Nueva York por el cambio en la base de cálculo del cupón PBI es otra mancha en su gestión. Estos errores le costarán a Argentina 1.500 millones de dólares en juicios que podrían haberse evitado con una administración respetuosa, y sin intentar estafas, de los compromisos internacionales
La suma total de estos errores asciende a 41.624 millones de dólares, una cifra que sigue dañando la economía argentina. Las decisiones de Kicillof, caracterizadas por su ineptitud y capricho ideológico, no sólo hipotecaron el presente del país, sino que comprometieron su futuro.