El libertario ganó en 21 provincias, pero su triunfo lo explica una derrota local.Se ratificó la voluntad de cambio de la sociedad.
Por Esteban Perez Dacuña
El impacto de Javier Milei se traduce en cifras contundentes. En la segunda vuelta, logró imponerse en 21 de las 24 provincias argentinas, consolidando un respaldo masivo a su propuesta.
Sin embargo, el análisis detallado revela que la verdadera clave de su triunfo se encuentra en uno de los pocos distritos donde no logró vencer a Sergio Massa.
En el estratégico territorio bonaerense, cuya importancia es innegable dada su población, Milei perdió frente a Massa por un estrecho margen de 1,53 puntos.
Resulta significativo que, para aspirar a la presidencia, el candidato debía obtener una ventaja de al menos el 10% o 15% en esta región. Además, cabe destacar que las otras dos provincias donde Massa lideró inicialmente, Formosa y Santiago del Estero, poseen un peso electoral limitado.
En Chaco, la ventaja a favor de Milei es de apenas 1,500 votos, lo que podría ser un pequeño consuelo para Unión por la Patria en el conteo final.
El contraste entre Massa y Milei se acentúa en los dos distritos más críticos para el kirchnerismo: Córdoba, la segunda provincia con mayor cantidad de electores, y Mendoza, la quinta en este aspecto. En estos territorios, Massa no superó el 30%, mientras que Milei obtuvo más del 70%, destacando una fuerte inclinación anti kirchnerista en estos bastiones.
Comparando con la primera vuelta del 22 de octubre, donde Massa ganó en 13 provincias, Milei en 10, y Patricia Bullrich solo en 1, la situación cambió drásticamente en el balotaje. Massa retuvo solo tres provincias, evidenciando un giro sorprendente en la preferencia del electorado.
El cambio de escenario se atribuye a una estrategia política astuta. La diferencia aparente de casi 7 puntos a favor de Massa sobre Milei en la elección general se desvaneció en el balotaje. El libertario sumó 6,5 millones de votos adicionales, mientras que el oficialista solo ganó 1,8 millones. La clave radica en los votos que quedaron fuera en la primera vuelta, principalmente los 6,2 millones de Bullrich. El respaldo público de Mauricio Macri a Milei fue determinante para captar estos votos y consolidar la victoria.
Las encuestas, que inicialmente preveían una victoria libertaria con una ventaja promedio de 3 o 4 puntos, subestimaron el respaldo real que obtuvo Milei, superando el 10% de ventaja. Varios consultores, como Federico González, Fixer, Opinaia, Atlas Intel, CB, Trespuntezero, la Universidad de Buenos Aires y Solmoirago, acertaron al pronosticar una victoria de Milei por encima del margen de error.
El resultado también confirma la voluntad de cambio de la mayoría de los argentinos, evidenciada previamente en las elecciones locales. La derrota peronista en provincias emblemáticas como Chaco, San Juan y San Luis apunta a una nueva era política nacional, cuestionada durante las PASO pero consolidada en el balotaje con una histórica derrota del oficialismo.