El Presidente volvió a hablar ante inversores. Irá a agradecer el triunfo electoral ante el sepulcro del "Rebe de Lubavitch". Luego volará a Bolivia para la asunción de Rodrigo Paz. El sábado volverá a Buenos Aires.
Luego de participar en el American Business Forum en Miami, el Presidente Javier Milei dialogó con empresarios en Estados Unidos este viernes con el foco puesto en alentarlos a invertir en la Argentina.
Esta vez fue en Nueva York, donde al mediodía participó en el conversatorio "Nuevas oportunidades de inversión en Argentina" del Council of the Americas. Esta será su última actividad en el país gobernado por Donald Trump.
También visitará la tumba del "Rebe de Lubavitch", un sitio que considera clave en su camino político. Agradecerá por el triunfo electoral del 26 de octubre.
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Milei se reunió con empresarios antes de visitar la tumba de un líder judío en el cierre de su gira por EE.UU.
La visita de Milei a Nueva York será por apenas unas horas. A las 19 de este viernes viajará a Santa Cruz de la Sierra, en Bolivia. Luego tomará otro vuelo a la ciudad de El Alto, donde se espera que llegue a las 10.20 del sábado.
Allí participará de la asunción del nuevo presidente de Bolivia, Rodrigo Paz Pereira. La Solemne Sesión Inaugural de la Asamblea Nacional Legislativa Plurinacional será a las 11. A las 13, asistirá a la ceremonia de entrega del Bastón de mando.
Está previsto que a las 14 se suba al avión que lo traerá de regreso a Buenos Aires, donde llegará a las 17.35 horas del mismo día.
El vínculo con Estados Unidos
Milei, en su paso por Miami, tuvo la oportunidad de volver a cruzarse con el CEO de JP Morgan Chase, Jamie Dimon, y el fundador y CEO de Citadel, Ken Griffin. Ambos fueron oradores destacados de ese evento que están muy optimistas con la Argentina.
Si bien se pensó que podía ser el puntapié inicial para que la Argentina acelerara el segundo tramo del rescate, o sea los US$ 20.000 millones por parte de bancos y fondos de inversión para recomprar deuda y garantizar el pago de los vencimientos en 2026-2027, los dichos de Dimon generaron confusión.
"Hay alrededor de US$ 100.000 millones de capital extranjero que podrían regresar a Argentina. Hay grandes empresas que quieren invertir allí ahora", dijo Dimon en el Business Forum de Miami.
Wall Street
El préstamo para pagar la deuda
"Si Milei logra continuar implementando sus políticas durante el resto de este mandato, y quizá en un segundo mandato, podría transformar la Argentina", arengó el banquero más famoso de Wall Street que estuvo hace escasas semanas en Buenos Aires reunido con Milei y Caputo.
Pero, acto seguido, lanzó el interrogante. "La eventual línea de crédito de entidades privadas al país puede no ser necesaria", aseguró.
Esto puede ser un interrogante nuevo para el mercado que no estaba previsto. De hecho, ya se tenía como un hecho que habría fondos para la deuda.
"Tras el sólido resultado electoral que confirmó el apoyo de Estados Unidos, el mercado volvió a un ánimo alcista, bajo el cual los inversores asignan mayores probabilidades a una recuperación del acceso a los mercados en el corto plazo. Sin embargo, la acumulación de reservas parece depender de esa recuperación del acceso al mercado y de la reactivación de la demanda de dinero", dice el último informe de Adcap Grupo Financiero, la compañía de Javier Timerman.

Riesgo país en 400 puntos
Dicen que en las próximas semanas o meses, "el principal catalizador debería ser el préstamo de 20.000 millones de dólares destinado a recomprar deuda (probablemente los bonos 2030), con el fin de reducir el riesgo país y luego restablecer el acceso a los mercados".
En este contexto, Adcap le asigna una probabilidad del 60% al escenario alcista, en el cual los spreads de Argentina se reducirían a 400 puntos básicos, el país recuperaría el acceso al mercado y reanudaría la acumulación de reservas hacia junio de 2026.
La profecía Dimon, en el sentido de que pueden no ser "necesarios" los US$ 20.000 millones, podría confirmarse si el riesgo país cae lo suficiente para que permita refinanciarse la deuda sin necesitar una ayuda de los bancos internacionales. Algo que estará por verse.