A pocos días de su salida de la organización que dirige Sam Altman, la desarrolladora de software estaría involucrada en un nuevo proyecto. No sorprende: se abocaría a la inteligencia artificial.
Mira Muratisaltó a la fama conforme ChatGPT ganó el centro de la escena, tras el lanzamiento del chatbot en noviembre de 2022. Ella se desempeñó como directora de tecnología en OpenAI entre mayo de aquel año y septiembre de 2024, cuando anunció que daría un paso al costado. "Quiero tener el tiempo y el espacio para mi propia exploración", dijo la desarrolladora de software de 35 años, cuando recientemente informó su renuncia a la organización que lidera Sam Altman.
A poco de aquella salida, en los pasillos de la industria tecnológica circula con fuerza rumores que dan cuenta del supuesto nuevo proyecto de Murati. Según Reuters, la ingeniera de origen albanés estaría buscando inversores para su propia startup. Nadie se sorprenderá con el siguiente dato: esa compañía emergente se enfocaría en desarrollos de inteligencia artificial.
De acuerdo a los informes, la experta en tecnología estaría recaudando fondos para su nueva startup y podría recibir más de 100 millones de dólares en una primera ronda de inversión.
La figura de Murati es un anzuelo para los inversores. Su rol en OpenAI ha sido fundamental, tanto que The New York Times la describió como la "creadora de ChatGPT", un sistema que, es evidente, no desarrolló en soledad, pero que la tuvo en una posición clave en la toma de decisiones. Además, su trabajo fue crucial para el despliegue de otros productos de ese grupo, entre ellos el generador de imágenes DALL-E y el de videos Mura, este último a la espera de su lanzamiento.
"Después de mucha reflexión, he tomado la difícil decisión de dejar OpenAI", escribió Murati al anunciar su renuncia, a fines de septiembre. "Mis seis años y medio con el equipo de OpenAl han sido un privilegio extraordinario. Si bien expresaré mi gratitud a muchas personas en los próximos días, quiero comenzar agradeciendo a Sam y Greg por su confianza en mí para liderar la organización técnica y por su apoyo a lo largo de los años", agregó.
En una carta colmada de elogios a los actuales directivos de OpenAI, Murati anticipó que no se quedaría quieta. Si bien comentó que haría "todo lo que esté al alcance para garantizar la transición y mantener el impulso" de la organización, también reveló que su partida respondía a la necesidad de conseguir un espacio para su propia aventura, que la tendrá al frente de los equipos.
Además de Murati, tres ejecutivos de alto rango, algunos de ellos integrantes del grupo fundador, abandonaron OpenAI recientemente.
Una de las salidas más resonantes es la de Greg Brockman, que fue presidente de OpenAI y uno de sus 11 fundadores, junto al actual CEO, Altman, y a Elon Musk, que ahora impulsa su propia empresa de inteligencia artificial, xAI. No es una salida definitiva. Según dijo, decidió tomar un año sabático y el plan es reincorporarse en el 2025.
John Schulman es otro de los que se alejó de OpenAI. También es uno de los cofundadores de OpenAI y tras varios años liderando a los equipos que perfeccionan el modelo de lenguaje en el que se basa ChatGPT, pasó a las filas de la competencia. Schulman ahora es parte de Anthropic, rival de OpenAI en el ámbito de la inteligencia artificial y desarrollador del chatbot Claude.
Las salidas de OpenAI se completan con el caso de Peter Deng. Según vimos en su perfil en LinkedIn, ha trabajado en esa compañía desde mayo del año pasado, desempeñándose como vicepresidente en el área de productos de consumo. Anteriormente, Deng fue parte de compañías como Uber y Meta.
Hay más. Altman informó hace algunas semanas que el director de investigación del grupo, Bob McGrew, y el vicepresidente de investigación, Barret Zoph, también dan un paso al costado.
Las renuncias ocurren mientras se rumorea una restructuración profunda en el esquema de OpenAI. Un informe de Fortune aseguró que Altman prevé realizar cambios tan pronto como en el 2025. Será una especie de sinceramiento: el grupo dejaría de ser una organización sin fines de lucro.
Según explicamos anteriormente en TN Tecno, el grupo nació en el 2015 como una organización sin fines de lucro y con el correr de los años fue reconvirtiéndose. ¿Acaso no procuran ganancias? Ahora, el dilema se resuelve con esta mecánica: la entidad sin ánimo de lucro controla actualmente su rama con ánimo de lucro, que a su vez controla un holding que recibe inversiones de empresas, entre ellas Microsoft.
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En una reunión reciente, el CEO habría manifestado su intención de pasar a ser una organización con fines de lucro más tradicional, una movida que "sinceraría" la participación de empresas como Microsoft y que empoderaría al propio Altman. Ahora, sabemos que tendrá un nuevo competidor en ese camino, que será controlado por una antigua miembro. Las próximas semanas serán cruciales para conocer más acerca del proyecto que encabeza la exOpenAI, Mira Murati.